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Los 7 carnavales más locos del mundo

Llega uno de los momentos más vivos y compartidos del mundo: el Carnaval. Los más famosos son los de Río de Janeiro, Venecia o Cádiz, pero hay vida más allá de ellos. Estos son los carnavales más locos, todos ellos con historias legendarias detrás.

Los 7 carnavales más locos del mundo

Reuters

Llega uno de los momentos más vivos y compartidos del mundo: el Carnaval. Los más famosos son los de Río de Janeiro, Venecia o Cádiz, pero hay vida más allá de ellos. Estos son los carnavales más locos, todos ellos con historias legendarias detrás:

 

1. Carnaval de Basilea (Suiza)

En Basilea, la tercera ciudad más habitada de Suiza y ubicada en el noreste del país, se celebra uno de los carnavales más locos del mundo. Se trata del Basler Fasnacht, conocido en el dialecto local como die drey scheenschte Dääg, frase que textualmente significa “los tres días más lindos del año”. Los festejos, que duran precisamente tres días, se inauguran con el Morgestraich (en alemán “toque de diana”) a las 4:00 de la madrugada del lunes siguiente al miércoles de ceniza, en el mes de febrero o marzo.

En Basilea, Suiza, viven sus “tres días más lindos” durante el carnaval. (Foto: Arnd Wiegmann / Reuters)
En Basilea, Suiza, viven sus “tres días más lindos” durante el carnaval. (Foto: Arnd Wiegmann / Reuters)
Waggis, Dummpeter, Ueli, Alti Dante… los personajes más pintorescos del Carnaval de Basilea. (Foto: Arnd Wiegmann / Reuters)
Waggis, Dummpeter, Ueli, Alti Dante… los personajes más pintorescos del Carnaval de Basilea. (Foto: Arnd Wiegmann / Reuters)

Los tres días más bonitos de Basilea consiguen que los suizos dejen la seriedad por la que son mundialmente conocidos. Los habitantes de esta ciudad a orillas del Rín pasan, literalmente, tres noches sin dormir y celebran la fiesta con desenfreno. Los disfraces que muestran en sus diferentes desfiles son realmente únicos, y sólo se pueden ver en Basilea. Waggis, Dummpeter, Ueli, Alti Dante… todos ellos personajes pintorescos que merecen ser conocidos de primera mano. El Carnaval de Basilea es el más importante de Suiza y el mayor de todos los carnavales protestantes a nivel mundial. No obstante, es imposible conocer su origen exacto porque durante el terrible terremoto que asoló la ciudad en 1356 se destruyeron todos los documentos. El documento más antiguo que se conoce acerca de esta celebración data de 1376. Se sabe que los gremios de Basilea tuvieron una gran influencia en la evolución del Carnaval de la ciudad. En el siglo XVI, la revista de los miembros de los gremios en edad militar estaba estrechamente vinculada al Carnaval, y fue entonces cuando aparecieron los elementos marciales que aún marcan la fiesta en la actualidad, en particular el solemne paso de marcha al son de tambores y pífanos.

En 2017, el Fasnacht se celebra el 6, 7 y 8 de marzo. Puedes encontrar más información en la web de turismo de la ciudad de Basilea.

 

2. Carnaval de Binche (Bélgica)

El Carnaval que se celebra en la ciudad valona de Binche es el más importante de Bélgica, y genera un gran atractivo turístico cada año. El evento se divide en dos partes: la primera, por un lado, se celebra 49 días antes del carnaval propiamente dicho, aunque se la considera también parte de las fiestas. Cada domingo de estas 7 semanas hasta el día de carnaval se realizan ceremonias, bailes, actos teatrales y algunas preparaciones previas a la gran fiesta. La segunda consiste en el propio carnaval, que se celebra en pleno centro de la ciudad.

100.000 personas visitan cada año el Carnaval de Binche. (Foto: Yves Herman / Reuters)
100.000 personas visitan cada año el Carnaval de Binche. (Foto: Yves Herman / Reuters)
El Carnaval de Binche no se entendería sin la figura de los Gilles. (Foto: Francois Lenoir / Reuters)
El Carnaval de Binche no se entendería sin la figura de los Gilles. (Foto: Francois Lenoir / Reuters)

Reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2003, unas 100.000 personas visitan cada año el Carnaval de Binche, que tiene su apogeo en el Mardi Gras o martes de carnaval. Se trata de una de las celebraciones más antiguas de Europa, cuyos orígenes no están claros y se remontan a una larga tradición oral. El Carnaval de Binche no se entendería sin la figura de los Gilles, unos personajes enmascarados ataviados con sombreros y trajes tradicionales y llamativos que desfilan al son de tambores por las calles de Binche durante la época de carnaval, cuyo origen es anterior al siglo XVIII.

Los actos centrales del Carnaval de Binche se celebran este año del 26 al 28 de febrero. Puedes encontrar más información en la web del Carnaval.

 

3. Carnaval de Busojaras (Hungría)

Este carnaval es uno de los eventos culturales más importantes de Hungría. Se celebra en la ciudad de Mohacs, ubicada en la orilla derecha del Danubio. Esta fiesta marca el final del invierno para darle la bienvenida a la primavera. Se trata de uno de los carnavales más peculiares del Viejo Continente.

El Carnaval de Busojaras es realmente terrorífico. (Foto: Bernadett Szabo / Reuters)
El Carnaval de Busojaras es realmente terrorífico. (Foto: Bernadett Szabo / Reuters)
Los busós intentaron expulsar a los invasores dando miedo. (Foto: Laszlo Balogh / Reuters)
Los busós intentaron expulsar a los invasores dando miedo. (Foto: Laszlo Balogh / Reuters)

La característica fundamental de este carnaval es que los busós (personas ataviadas con máscaras y trajes típicos de la zona) desfilan por las calles de la ciudad, bailando y cantando canciones folclóricas. Lo que diferencia a este carnaval de otros muchos es que las máscaras tienen son espantosas, hechas con pieles de animales, lo que resulta en una estampa realmente terrorífica. La fiesta de los Busojaras rememora la época en que los habitantes de Mohács, vestidos de esa guisa, intentaron expulsar de la ciudad a las fuerzas ocupantes turcas. Cuenta la leyenda que cientos de lugareños se refugiaron en los bosques, tallaron máscaras horripilantes, se equiparon con pieles de animales y fabricaron mazas con la madera del bosque. Una noche de tormenta regresaron al pueblo profiriendo gritos y todo tipo de ruidos escalofriantes. Los turcos sintieron tanto miedo al ver aquella horda de seres ataviados con mantos peludos y atemorizadoras máscaras con cuernos, que pensaron que eran demonios que los atacaban, por lo que acabaron huyendo del pueblo antes del alba.

En 2017, el carnaval de Busojaras se celebra del 23 al 28 de febrero. Puedes obtener más información de este evento declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en su página web.

 

4. Carnavales de Vilanova i la Geltrú (España)

Los carnavales de Vilanova i la Geltrú son unos de los más tradicionales del mundo. Cuentan con más de 250 años de antigüedad y su acto más espectacular son «Las Comparsas» («Les Comparses»), donde 16.000 personas salen a la calle con sus sociedades y acompañados por más de 100 charangas o bandas de música provenientes de toda España. Los comparseros van en pareja, ellos con la barretina y ellas con un mantón de Manila. Ataviados de esta guisa tiran caramelos por las calles hasta llegar a la guerra final en la Plaza de la Villa, donde todas las sociedades se reúnen al son de la música del Turuta para tirar caramelos a todo el mundo.

En Vilanova i la Geltrú se celebran unos carnavales llenos de sátira. (Foto: Andrea Dalmau / EFE)
En Vilanova i la Geltrú se celebran unos carnavales llenos de sátira. (Foto: Andrea Dalmau / EFE)

La de Vilanova i la Geltrú es la celebración más emblemática de la localidad, además de ser el único carnaval catalán que sobrevivió a la dictadura franquista y que a día de hoy todavía sigue centrándose en la sátira. Son siete días de fiesta que se inician el “Dijous Gras” (Jueves Lardero) con la Merengada y la tradicional Xatonada. Con la llegada del rey Carnestoltes, el viernes, se inicia un intenso fin de semana marcado por los disfraces y la sátira.

La edición de 2017 se celebra entre el 23 de febrero y el 1 de marzo. Puedes encontrar más información en su página web.

 

5. Carnaval de Ivrea (Italia)

El histórico Carnaval de Ivrea, institucionalizado en 1808, es una de las fiestas más antiguas y peculiares del mundo. Tiene lugar en Ivrea, una ciudad piamontesa situada en la provincia de Turín. En este carnaval se celebra la rebelión popular contra la tiranía. Esta insurrección vive su momento más álgido en el espectacular desfile histórico y la famosa batalla de las naranjas, que tiñe de color y aromas toda la ciudad.

Ivrea celebra su ‘tomatina’ particular pero con naranjas. (Foto: Stefano Rellandini / Reuters)
Ivrea celebra su ‘tomatina’ particular pero con naranjas. (Foto: Stefano Rellandini / Reuters)

El carnaval se inicia con un ritual natural: removiendo la tierra para plantar un árbol que se quemará al final de la fiesta, para consentir a la comunidad que renazca de sus propias cenizas. No obstante, la batalla de las naranjas es el evento más esperado durante este histórico Carnaval de Ivrea. Se celebra durante tres días consecutivos previos al miércoles de Ceniza en diferentes plazas del casco histórico de la ciudad. Le anteceden desfiles, ritos y espectáculos que reviven episodios de la historia italiana. Durante la Edad Media, un barón hacía pasar hambre a la ciudad, hasta que los habitantes, inspirados por la molinera, deciden rebelarse. Hoy se forman nueve equipos de hasta 4.000 integrantes cada uno. El pueblo es representado por los naranjeros que no llevan ninguna protección, combaten contra el ejército del Señor Feudal, que van en carros tirados por caballos y equipados con protecciones que recuerdan las antiguas armaduras.

Este año, el carnaval de Ivrea se celebra del 25 al 28 de febrero. Puedes obtener más información en su página web.

 

6. Carnavales rurales en Lantz (España)

Cada martes de carnaval se celebra en la pequeña localidad de Lantz, en Navarra, el apresamiento, juicio y muerte en la hoguera del mítico y malvado bandido Miel Otxin. Este muñeco de tres metros porta los brazos en cruz, viste blusa estampada, pantalón azul y faja roja, y corona su cabeza un gorro cónico llamativamente adornado. Varios personajes le acompañan en el desfile: Ziripot, hombre bonachón y gordinflón hecho a base de sacos rellenos de helechos y heno, que apenas puede mantenerse en pie; le persigue el Zaldiko, caballo bravío que arremete contra él hasta tirarlo al suelo; los Arotzak portan martillos y tenazas, y corren tras el Zaldiko para herrarlo, y finalmente los Txatxos, que enfundados en pieles de animales y armados con palos y escobas, gritan mientras hostigan a todos los presentes.

Lantz celebra un carnaval rural de gran tradición. (Foto: Vincent West / Reuters)
Lantz celebra un carnaval rural de gran tradición. (Foto: Vincent West / Reuters)

El Carnaval de Lantz es un carnaval rural de gran tradición, en el que durante unos días las fuerzas del mal y del bien se enfrentan en una batalla simbólica en la que la sed de justicia moviliza las iras populares. El origen de su celebración no está claro. La leyenda sobre este carnaval ha pervivido gracias a la trasmisión oral. Al ser Lantz un lugar de paso hacia Francia, antaño era frecuente la presencia de bandidos en la zona, que abusaban y robaban tanto a los viajeros como a los vecinos de la villa.

En 2017, el carnaval de Lantz se celebra el 26, 27 y 28 de febrero. Puedes obtener más información en su página web.

 

7. Carnaval de Oruro (Bolivia)

El Carnaval de Oruro es la máxima representación de los Carnavales en Bolivia, convirtiéndose en uno de los más importantes de América Latina, y fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. A lo largo del carnaval participan más de 48 conjuntos folclóricos que son distribuidos en 18 especialidades de danzas que reúnen de distintas partes de Bolivia y que realizan su peregrinación hacia el Santuario del Socavón cada sábado de carnaval en la tradicional “Entrada”.

El Carnaval de Oruro es uno de los más famosos de Latinoamérica. (Foto: David Mercado / Reuters)
El Carnaval de Oruro es uno de los más famosos de Latinoamérica. (Foto: David Mercado / Reuters)

Oruro, situado a una altitud de 3.700 metros en las montañas del oeste de Bolivia, era un importante centro de ceremonias precolombino antes de convertirse en un importante centro minero en los siglos XIX y XX. La ciudad fue refundada por los españoles en 1606 y siguió siendo un lugar sagrado para el pueblo uru, al que venían desde muy lejos para cumplir con los ritos, especialmente la gran fiesta de Ito. Los españoles prohibieron esas ceremonias en el siglo XVII, pero éstas continúan bajo la fachada de la liturgia cristiana: los dioses andinos se ocultaban tras los iconos cristianos, convirtiéndose así en santos. Todos los años, durante seis días, este carnaval da lugar al despliegue de toda una gama de artes populares en forma de máscaras, tejidos y bordados. El principal acontecimiento es la procesión (“entrada”), durante la cual los bailarines recorren durante veinte horas, sin interrupción, los cuatro kilómetros de la procesión. Más de 28.000 bailarines y 10.000 músicos repartidos en unos cincuenta grupos participan en el desfile, que ha sabido conservar las características tomadas a los misterios medievales.

Este año, el Carnaval de Oruro se podrá disfrutar entre el 18 y el 28 de febrero de 2017. Encuentra más información en la web de turismo de Bolivia.

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