Continúa el motín en una cárcel de Brasil en la que murieron 26 presos
Los agentes disparaban desde los muros que rodean el establecimiento en dirección de los amotinados, que buscaban refugiarse en los techos de los pabellones o sacaban muebles y colchones para bloquear un eventual avance de los antidisturbios. El enfrentamiento entre el poderoso Primer Comando de la Capital (PCC) de Sao Paulo y el Comando Vermelho (CV) de Rio de Janeiro por el control de las rutas de la cocaína en el país incendió las cárceles brasileñas desde el comienzo del año. El último incidente tuvo lugar el pasado fin de semana durante un sangriento motín de 14 horas, que acabó con la vida de 26 presos, la mayoría decapitados. En lo que va del año, 134 presos fueron asesinados en varias exhibiciones de violencia extrema, según datos del ministerio de Justicia citados por el diario Folha de Sao Paulo. Las autoridades están trabajando para evitar una fuga masiva. En lo que va del año, 134 presos fueron asesinados en varias exhibiciones de violencia extrema, según datos del ministerio de Justicia.
HANDOUT
La policía brasileña disparaba el martes balas de goma contra presos amotinados en la cárcel de Alcaçuz, en Natal (noreste), donde el fin de semana un ajuste de cuentas entre detenidos dejó 26 muertos. El caos se extendía al exterior del centro penitenciario, donde las mujeres de los presos lloraban y gritaban tras cada detonación. Las autoridades atribuyen el motín a una sangrienta guerra entre los dos principales grupos criminales del país —el Primer Comando de la Capital (PCC) de Sao Paulo y el Comando Vermelho de Río De Janeiro— y sus aliados por el control del narcotráfico en el país.
Los agentes disparaban desde los muros que rodean el establecimiento en dirección de los amotinados, que buscaban refugiarse en los techos de los pabellones o sacaban muebles y colchones para bloquear un eventual avance de los antidisturbios. El enfrentamiento entre el poderoso Primer Comando de la Capital (PCC) de Sao Paulo y el Comando Vermelho (CV) de Rio de Janeiro por el control de las rutas de la cocaína en el país incendió las cárceles brasileñas desde el comienzo del año. El último incidente tuvo lugar el pasado fin de semana durante un sangriento motín de 14 horas, que acabó con la vida de 26 presos, la mayoría decapitados. En lo que va del año, 134 presos fueron asesinados en varias exhibiciones de violencia extrema, según datos del ministerio de Justicia citados por el diario Folha de Sao Paulo. Las autoridades están trabajando para evitar una fuga masiva. En lo que va del año, 134 presos fueron asesinados en varias exhibiciones de violencia extrema, según datos del ministerio de Justicia.
