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El presidente de Honduras se proclama ganador de las elecciones en medio de acusaciones de fraude

El presidente Juan Orlando Hernández se proclamó la pasada noche ganador de las elecciones de este domingo en Honduras sin esperar a conocer los resultados oficiales, mientras su principal rival, Salvador Nasralla, aseguró haber sido el más votado y habló de «fraude» electoral.

El presidente de Honduras se proclama ganador de las elecciones en medio de acusaciones de fraude

Reuters

El presidente Juan Orlando Hernández se proclamó la pasada noche ganador de las elecciones de este domingo en Honduras sin esperar a conocer los resultados oficiales, mientras su principal rival, Salvador Nasralla, aseguró haber sido el más votado y habló de «fraude» electoral.

Ambas declaraciones crearon una situación confusa horas después del cierre de las urnas, en unos comicios legislativos en los que los hondureños votaron para elegir a los gobernantes de los próximos cuatro años, tras una campaña marcada por la polémica presentación de Hernández a la reelección, prohibida en la Constitución, pero admitida por el Tribunal Constitucional.

«He estado viendo (…) una enorme cantidad de encuestas de boca de urna y procesamiento en tiempo real de las actas y el recuento es más que claro y contundente: ganamos esta elección«, declaró Hernández ante una multitud de seguidores.

Poco después, Nasralla se presentó ante los suyos para decir que tenía las actas de los resultados de cerca de un tercio de las 17.500 mesas, que le daban una ventaja sobre Hernández. «Yo les ofrecí durante toda la campaña que iba a cumplir el mandato del pueblo hondureño, y el mandato es fuera JOH«, declaró Nasralla, citando las iniciales de Hernández.

En su perfil de Twitter se proclamó ganador, al tiempo que daba las gracias a los hondureños por haber confiado en él.

Nasralla, periodista y miembro de la izquierdista Alianza de Oposición contra la Dictadura, liderada por el expresidente depuesto en 2009 Manuel Zelaya, convocó a los ciudadanos a movilizarse a partir de este lunes para rechazar «cualquier fraude«.

Una coalición de observadores de la sociedad civil advirtió en un comunicado contra las declaraciones de posibles ganadores sin conocer los resultados oficiales. «La emotividad del momento no debe generar situaciones que puedan alimentar la incertidumbre y la polarización de la sociedad hondureña», indicó la Coalición de Observación Electoral.

El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), David Matamoros, explicó que no se habían hecho públicos los resultados porque las mesas escrutadas no eran representativas, ya que pese a ser el 40% del total, eran mayormente urbanas y no contemplaban el voto rural.

Las declaraciones de los dos principales candidatos, de los nueve que se presentaron, enrarecieron el ambiente electoral, que había transcurrido en calma y con una amplia participación. Además de Hernández y Nasralla, el otro candidato con más posibilidades era el académico Luis Zelaya, del Partido Liberal (PL).

Los dos líderes opositores habían advertido de que no reconocerían una reelección de Hernández, cuya presentación a los comicios solo fue posible tras un fallo favorable del tribunal constitucional.

Unos 16.000 observadores participaron en las elecciones, de los cuales 600 eran de misiones extranjeras, incluidas la Unión Europea y la OEA. «Hemos observado un proceso tranquilo, la evaluación que tenemos hasta ahora es positiva,» dijo a los periodistas el domingo por la tarde la eurodiputada portuguesa Marisa Matias, jefa de la misión de observadores de la UE.

Hernández, en el poder desde 2014 y miembro del oficialista Partido Nacional (PN), estuvo acompañado durante la jornada por simpatizantes que coreaban constantemente: «Cuatro años más».

«Las diferentes etapas del proceso se han ido cubriendo a cabalidad» lo que «imposibilita un fraude o alteración de los resultados», aseguró el ecuatoriano Nicanor Moscoso, del CEELA y expresidente del tribunal electoral de su país.

Honduras, una de las naciones más pobres de América Latina, carga además con el lastre de la violencia: es uno de los países sin guerra más violentos del mundo, con una tasa de homicidios que en 2016 se situó en 60 por 100.000 habitantes, según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional. El Banco Mundial sitúa la media global en 5,3 homicidios por cada 100.000 habitantes, informa AFP.

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