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El ejército interviene en Zimbabue pero niega que sea un golpe de Estado

Un portavoz militar de Zimbabue ha dirigido este miércoles un mensaje al pueblo para decir que tanto el presidente del país, Robert Mugabe, como su familia, están «a salvo» y ha desmentido que esté ocurriendo una «toma militar» del Gobierno, pero ha apuntado contra el entorno de la Presidencia. En su intervención ha indicado que su blanco son «criminales» del entorno de Mugabe que han causado sufrimiento en el país para «llevarlos a la Justicia».

El ejército interviene en Zimbabue pero niega que sea un golpe de Estado

Reuters

Un portavoz militar de Zimbabue ha dirigido este miércoles un mensaje al pueblo para decir que tanto el presidente del país, Robert Mugabe, como su familia, están «a salvo» y ha desmentido que esté ocurriendo una «toma militar» del Gobierno, pero ha apuntado contra el entorno de la Presidencia. En su intervención ha indicado que su blanco son «criminales» del entorno de Mugabe que han causado sufrimiento en el país para «llevarlos a la Justicia».

A través de la televisión nacional, el portavoz ha expresado que «esto no es una toma militar del Gobierno. Lo que estas fuerzas quieren es pacificar una situación degenerada política y socialmente en nuestro país que, si no es tomada en cuenta, podría resultar en un conflicto violento».

«Tan pronto como hayamos cumplido nuestra misión esperamos que la situación retorne a la normalidad», ha remarcado el oficial militar. El portavoz ha llamado a todos los «veteranos de guerra» de la lucha por la liberación de Zimbabue a desempeñar el papel de asegurar la paz, la estabilidad y la unidad. Al resto de fuerzas de seguridad les ha pedido cooperar por el bien del país, informa EFE.

Los militares niegan que haya un golpe de Estado en Zimbabue contra Mugabe 1
El General Moyo transmite el mensaje a través del canal de televisión estatal ZBC. | Foto: ZBC/Handout via REUTERS

Este mensaje llega después de que, de madrugada, soldados hayan tomado la sede de la emisora de televisión nacional, según ha difundido la prensa del país, y de que  varios carros de combate se hayan dirigido hacia la capital del país, Harare, y hayan rodeado el Parlamento, informa AFP.

Ante la complicada situación creada en el país africano, embajadas como las de España, Reino Unido y Estados Unidos han recomendado a sus ciudadanos extremar las precauciones e incluso permanecer en sus casas.

La tensión en Zimbabue empezó a escalar en la tarde del martes, después de que varios tanques fueran vistos en dirección a Harare, solo un día después de que el jefe de las fuerzas armadas, Constantine Chiwenga, advirtiera de que se tomarían «medidas correctivas» si continuaba la purga de veteranos en el partido del presidente Robert Mugabe, de 93 años y en el poder desde 1987.

«Es pertinente reiterar que las fuerzas de defensa de Zimbabue permanecen como el principal depositario en lo que respecta a los logros de la lucha por la liberación. Y cuando estos están amenazados estamos obligados a tomar medidas correctivas», aseveró Chiwenga el lunes en una rueda de prensa, flanqueado por los líderes del Ejército y la Fuerzas Aérea.

El partido de Mugabe, la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF), respondió a las palabras de Chiwenga este martes asegurando que sugerían una «conducta de traición» destinada a «incitar a la insurrección y al desafío violento del orden constitucional».

Con trasfondo de estas acusaciones se encuentra la destitución, la semana pasada, del exvicepresidente Emmerson Mnangagwa, un incondicional del partido y veterano de guerra que sonaba como sucesor del presidente. Mnangagwa huyó a Sudáfrica y en un comunicado dijo que «pronto controlaremos los resortes del poder en nuestro bello partido y país».

El paso al frente de las fuerzas armadas ha sido interpretado en Zimbabue como un ataque directo a la facción del ZANU-PF alineada con la esposa del presidente, Grace Mugabe, quien jugó un rol determinante en la salida de Mnangagwa, tras meses de ataques verbales.

A diferencia del exvicepresidente, la mujer, de 52 años, y sus aliados no combatieron en la guerra por la independencia del país. La esposa de Mugabe suena ahora como reemplazo de Mnangagwa, con el respaldo de las influyentes alas de las juventudes del partido y de las mujeres.

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