Pedro Sánchez anuncia que las elecciones generales serán el 28 de abril
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha convocado elecciones generales anticipadas después de que el Congreso de los Diputados rechazara el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2019.
Las elecciones generales serán el día 28 de abril, ha anunciado hoy el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, después de que el Congreso de los Diputados rechazara el miércoles el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2019 con los votos de ERC y PDeECAT, que se sumaron a los de PP, Ciudadanos, Foro Asturias y Coalición Canaria. También ha anunciado que ha propuesto la disolución de las Cortes como es preceptivo. Han acompañado en la comparecencia a Sánchez la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, y la vicepresidenta, Carmen Calvo.
Con las elecciones el 28 de abril, las Cortes se deberán disolver antes del 5 de marzo, de acuerdo con la Loreg (ley orgánica del régimen electoral general) que establece que el Congreso y el Senado deben quedar disueltos 54 días antes de los comicios. El Gobierno sigue con plena potestad hasta que se de la disolución de las Cortes, momento en el que el Ejecutivo pasa a estar en funciones hasta la constitución de un nuevo gobierno salido de las urnas, y tras cumplir el trámite de investidura del nuevo presidente.
El último Consejo de Ministros del Gobierno de Sánchez se celebrará el 1 de marzo, allí se aprobará el adelanto electoral.
La campaña electoral comenzará el 13 de abril, momento a partir del cual los partidos podrán pedir el voto de los ciudadanos. Justo al inicio de las vacaciones de Semana Santa. Y, como siempre, tendrá una duración de 15 días. De modo que acabará a las 24:00h del día antes de la elección, es decir, el 26 de abril a la medianoche.
Con este adelanto de elecciones generales, los españoles tendrán que acudir este año dos veces en un mes a las urnas. Además del 28 de abril, el domingo 26 de mayo cuando se celebren las elecciones autonómicas, municipales y europeas, será el llamado ‘super domingo’.
«Un gobierno europeísta»
“Hace casi 9 meses se abrió paso a la primera moción de censura democrática de nuestro país”, ha manifestado al comenzar su comparecencia Sánchez quien ha dicho que esta se dio debido a la “red de corrupción” del Gobierno del Partido Popular que sigue siendo investigada.
«Un Gobierno tiene la obligación de cumplir con su tarea: aprobar leyes, gobernar, avanzar. Cuando algunos partidos bloquean la toma de decisiones hay que convocar elecciones», ha sostenido en La Moncloa en un discurso en el que ha criticado «la crispación» y ha defendido el diálogo con los independentistas «siempre dentro de la Constitución, fuera de ella, nada».
“Es una democracia parlamentaria”, ha hecho hincapié. También ha insistido en que conformó un Gobierno de personas “capaces, abierto, no partidista, dispuesto a consensuar con el diferente –tan necesario en nuestro país–, un Gobierno de convicciones progresistas, europeísta y de izquierda”. Después le ha dado las gracias a su gabinete.
El líder socialista también ha hecho un repaso de las medidas tomadas por su Gobierno en poco más de ocho meses: “Se han aprobado en las Cortes Generales 12 leyes y más de 25 decretos reales de ley”, ha expresado. Ha detallado que, entre otras cosas, se ha derogado el impuesto al Sol y se ha aprobado una nueva ley hipotecaria.
“El problema fundamental del país es la desigualdad social, de género… El objetivo fue reconstruir el estado de bienestar. Recuperamos la universalidad de la sanidad pública, impulsamos el pacto de estado contra la violencia de género”, ha continuado.
Asimismo ha mencionado que otro objetivo de su Gobierno fue la “regeneración democrática”, garantizando “una sanidad pública universal, una RTVE objetiva y el respeto a la Ley de memoria histórica” impulsando “la exhumación al dictador del Valle de los Caídos”.
Un año de campañas electorales
El 10 de mayo comienza la otra campaña electoral. La de elecciones autonómicas, municipales y europeas, en medio de las negociaciones para formar gobierno si el 28 de abril ningún partido logra mayoría absoluta, como se prevé.
Pedro Sánchez llegó a La Moncloa en junio tras ganar una moción de censura presentada contra el Gobierno de Mariano Rajoy. Pese a que el Grupo Socialista sólo tiene 84 diputados, Sánchez logró la mayoría necesaria gracias a los votos de ERC y PDeCAT, los mismos que ahora han forzado al adelanto electoral con la presentación de sendas enmiendas a la totalidad a las cuentas del Estado, además de Unidos Podemos y el PNV.
Ya entonces el portavoz de ERC, Joan Tardà, dijo que el voto era para echar a Mariano Rajoy de La Moncloa, no un voto a favor de Pedro Sánchez. En todo momento, los independentistas catalanes han vinculado sus apoyos al Gobierno de Sánchez a la negociación de una salida política del conflicto catalán que incluya el reconocimiento del derecho de autodeterminación.
Durante meses, los Gobiernos catalán y español han mantenido reuniones para intentar acercar posiciones, que se rompieron hace unos días cuando se hizo público que Sánchez había aceptado la exigencia del presidente de la Generalitat, Quim Torra, de incluir una figura de un mediador para participar en la mesa de diálogo de los partidos encargados de abordar la crisis catalana. El Gobierno, a través de la vicepresidenta Carmen Calvo, se refirió a esta figura como «relator«, pero la llama ya había prendido y PP y Ciudadanos convocaron una manifestación en Madrid el 10 de febrero a la que se sumó Vox, para exigir elecciones generales y en defensa de la unidad de España, una movilización multitudinaria contra el Gobierno de Sánchez y «la cesión» a las exigencias independentistas.
La protesta se celebró a dos días del inicio del histórico juicio del procés en el que se sientan en el banquillo ex altos cargos del Gobierno catalán y otros políticos catalanes, acusados de delitos como rebelión, sedición y malversación.
Sánchez ya había advertido de la posibilidad de no agotar la legislatura si los presupuestos no se aprobaban, al admitir que se trata de ley más importante para el Gobierno. El líder socialista no contemplaba la posibilidad de prorrogar los PGE aprobados por el Gobierno del PP que el Grupo Socialista votó en contra.
