Tres manifestantes mueren en una cárcel de Irán cuando se encontraban bajo custodia policial

Activistas por los derechos humanos en Irán han expresado su preocupación por los arrestos masivos durante las protestas más grandes del país en casi una década después de que al menos tres manifestantes hayan muerto en una notoria cárcel de Teherán.

Dos miembros del parlamento iraní han confirmado la muerte de un detenido, Sina Ghanbari, que habría muerto en la prisión de Evin.

Por su parte, según publica The Guardian, otras dos personas, que aún no han sido identificadas, también habrían fallecido en una cárcel del país. «Hablé con un prisionero en la prisión de Evin y me dijeron que tres detenidos habían perdido la vida«, cuenta al diario británico Nasrin Sotoudeh, un notorio abogado de derechos humanos. «Cuando las autoridades recurren a arrestos masivos, no pueden pretender proteger sus derechos. No es posible en tal situación que el proceso judicial tome su curso».

Sotoudeh está particularmente preocupado por el uso de centros de detención no oficiales. Durante las protestas de 2009, que siguieron a la disputada reelección de Mahmoud Ahmadinejad como presidente, uno de esos centros de detención, Kahrizak, llamó la atención de todo el país después de que se conociese que varios manifestantes habían sido agredidos sexualmente, torturados y asesinados bajo custodia.

Al menos 21 personas han fallecido en los últimos días después de violentos enfrentamientos entre manifestantes y policías durante más de una semana de manifestaciones. La mayoría de los asesinados eran manifestantes y algunos guardias de seguridad, según datos oficiales.  Por otro lado, más de 1.000 personas, incluyendo al menos 90 estudiantes, han sido arrestadas.

La ola de protestas comenzó en la ciudad de Mashhad, en el noreste de Irán la última semana de diciembre. El presidente Hasan Rohani, desde que comenzaron las protestas callejeras, ha calificado a los manifestantes opositores como una “pequeña minoría” y ha añadido que el gobierno tiene el objetivo de movilizar, en caso de necesidad, a millones de personas para acabar con la violencia.