THE OBJECTIVE
Actualidad

Un oso polar mata a un hombre canadiense que protegía a sus hijas

Aaron Gibbons, de 31 años, ha fallecido este martes en una zona de caza y pesca en Sentry Island, en el archipiélago ártico canadiense, tras enfrentarse a un oso polar que intentaba atacar a una de sus hijas. «Ha muerto como un héroe», ha dicho uno de sus familiares, que ha admirado su valor al decirles a las niñas, que no han resultado heridas, que corrieran mientras él se interponía entre ellas y el animal. Unas horas más tarde otro hombre disparó y mató al oso.

Un oso polar mata a un hombre canadiense que protegía a sus hijas

Aaron Gibbons, de 31 años, murió en una zona de caza y pesca en Sentry Island, en el archipiélago ártico canadiense, tras enfrentarse a un oso polar que intentaba atacar a una de sus hijas. «Ha muerto como un héroe», ha dicho uno de sus familiares, que ha admirado su valor al decirles a las niñas, que no resultaron heridas, que corrieran mientras él se interponía entre ellas y el animal. Unas horas más tarde otro hombre disparó y mató al oso.

Los hechos ocurrieron el martes, según ha publicado este jueves la BBC. El hombre no llevaba ningún arma con la que defenderse, según ha informado la Policía, por lo que el enfrentamiento fue cuerpo a cuerpo. Una de las niñas pidió ayuda por radio. «Escuchamos el grito de socorro», ha dicho Gordy Kidlapik, el tío de Gibbons. «Nos rompió el corazón».

La muerte de Aaron ha conmocionado a su ciudad natal, Arviat, que se encuentra a 10 kilómetros del lugar donde ocurrió el suceso. «Es muy triste», ha dicho John Main, un parlamentario local. «Somos una comunidad pequeña y cuando ocurren cosas de este tipo nos afecta a todos».

 

Los habitantes de esta zona de Canadá están acostumbrados a ver osos polares cuando migran hacia el norte. Solo en 2017 se registraron 380 avistamientos en esta población de menos de 3.000 habitantes. Esta cifra ha incrementado el nivel de alerta de la comunidad Inuit, que está preocupada por los efectos que pueda tener en la seguridad pública. A esto se suma que, como los animales están acostumbrados a estar en contacto con seres humanos que hacen excursiones para verlos, les han perdido el miedo, lo que se traduce en un aumento de los ataques, ha explicado Kidlapik.

La última muerte que causó un oso en la provincia de Nunavut, según las autoridades locales, tuvo lugar en el año 2000, a 200 kilómetros al norte de Arviat, informa la BBC.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D