En París, la joya de la corona de los comicios municipales en Francia, la socialista de sangre española Anne Hidalgo ha renovado su mandato con más del 50% de los votos frente a su principal rival, la exministra de Justicia Rachida Dati, candidata del partido conservador. Su éxito coincide con el batacazo del partido del presidente Emmanuel Macron, que ha sufrido una contundente derrota marcada por una abstención récord y el avance de los ecologistas, que conquistaron las alcaldías de varias de las principales ciudades del país.
En contexto: la amenaza de un rebrote de COVID-19 ha empañado una jornada que será recordada por su abstención histórica. Las precauciones sanitarias no han impedido que casi el 60% de los votantes no acudieran a las urnas.
Los verdes, que avanzan con fuerza en el tablero político francés desde hace varias elecciones, triunfaron en algunas de las principales ciudades, como Lyon, Marsella y Burdeos, impulsados por la creciente toma de conciencia de las problemáticas medioambientales.
«Esta noche ganó el deseo de un ecologismo concreto, un ecologismo de acción», ha declarado el líder de Europa Ecología Los Verdes y eurodiputado Yannick Jadot. Los ecologistas se han impuesto como la principal fuerza de izquierda en Francia, una señal del cambio político que se viene produciendo en muchos países europeos. Hay ministros ecologistas en Suecia, Finlandia y Austria y los Verdes están en pleno auge en Alemania.
Nada más conocerse los primeros resultados, el presidente Emmanuel Macron ha dicho estar «preocupado por la baja participación». Otro tanto ha expresado la oposición y, en particular, el izquierdista radical Jean-Luc Mélenchon, que ha calificado los comicios de «huelga cívica».
