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Podemos teme que la «reunificación» de González y Sánchez debilite su fuerza en el Gobierno

Podemos teme que la «reunificación» de González y Sánchez debilite su fuerza en el Gobierno

Biel Aliño | EFE

El abrazo entre Felipe González y Pedro Sánchez en el Congreso del PSOE genera jaquecas en Unidas Podemos. El entorno más cercano a la cúpula morada, al que ha vuelto -aunque en la sombra- Pablo Iglesias, tiene claro que la «reunificación» del PSOE solo puede dañar los intereses de Podemos. Algunos miembros del partido se lanzan a vaticinar escenarios preocupantes tras la «reincorporación» de Felipe González y los cambios afianzados por Sánchez en la Moncloa, con la mirada ya puesta en el peso orgánico de los morados en el Ejecutivo.

«El abrazo o reunificación del PSOE no ha gustado», aseguran fuentes de Unidas Podemos a THE OBJECTIVE. En el partido morado no se esperaban semejante desenlace. «Felipe ha puesto a parir a Sánchez desde que fue elegido [en el segundo proceso de primarias]», comentan en las filas de Unidas Podemos, donde sostienen que el abrazo del pasado fin de semana tiene «sin duda» una «contrapartida».

¿Cuál puede ser? Los morados afirman que Sánchez lleva meses buscando el deshielo con Felipe González, pero admiten desconocer los detalles del nuevo pacto. Circulan varias tesis, diferentes pero con un denominador común: la muestra de la unidad del PSOE se contrapone a la fragmentación de Unidas Podemos, y eso puede afectar a la presencia y fuerza de los morados en el Gobierno.

«Amenaza» socialista y el silencio de Díaz

Si bien oficialmente todos dan por consolidada la coalición, existen dudas sobre los pesos y contrapesos internos. Y algunos miembros de Podemos creen que el pacto de Sánchez con Felipe González puede traducirse en una «amenaza» para su el futuro. «El sector de González siempre se ha opuesto a la presencia de Podemos en el Ejecutivo», afirman algunos que añaden que la vuelta el expresidente y figura carismática socialista debilita a Podemos en la medida que «se incrementa la presión» para cambios internos.

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Foto: Biel Aliño | EFE

También en Izquierda Unida observan la evolución del giro socialista. «El problema para Iglesias y Montero es que Felipe recompone el PSOE con el ala de la derecha, la socialdemócrata», algo que consideran que puede dar «oxígeno» al PSOE de cara al futuro electoral. En este sector ya señalan a Yolanda Díaz: «Yolanda no ha entrado, no dice nada ni en privado ni públicamente. Porque no quiere que el PSOE se meta con ella, y porque sabe que Felipe González, a pesar de todo, arrastra muchos votos».

La ministra de Trabajo es, según varias fuentes de Unidas Podemos, la verdadera ganadora de este giro al centro del PSOE. «Pero siempre y cuando el partido del régimen lo quiera, no hay que olvidarse esto», deslizan los más expertos en Podemos.

Iglesias resucita los GAL

Lo cierto es que, nada más producirse el abrazo entre Felipe González y Sánchez, Iglesias y Juan Carlos Monedero reaccionaron de inmediato. Y lo hicieron con notable contundencia. El lunes, Iglesias resucitó los GAL. Hasta mencionó la «cal viva» para poner en dificultad al PSOE de Pedro Sánchez. Por su parte, Monedero atacó en las redes sociales al filósofo Fernando Savater también hablando de los GAL.

 

En la historia de Podemos, hablar de «cal viva» se asocia a la ruptura de las negociaciones ocultas de Errejón en 2016 con Sánchez para llegar a un acuerdo que Iglesias no quería. En ese momento se acentuó la desavenencia interna. El secretario general se opuso, hasta lograr que Sánchez pactara con los nacionalistas en 2018. En el esquema de pensamiento de Iglesias, por lo tanto, romper la relación de González con Sánchez sirve para afianzar el asalto al poder de los morados, y en esa misma ecuación se mantiene.

De ahí que el lunes sostuviera en la Cadena SER que «nadie ha pedido disculpas» por los GAL. Y ante Carmen Calvo añadió que «un condenado por terrorismo es un condenado por terrorismo. El responsable de que a alguien le asesinen y lo entierren en cal viva. Yo entiendo que si es de tu partido te parezca menos terrorista que el de otros partidos. Pero los jueces dijeron que era terrorismo y los jueces dijeron que los GAL eran terrorismo».

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Foto: Kiko Huesca | EFE

Factor Bildu y nueva música en Moncloa

La maniobra de Iglesias tiene otra derivada. El ex secretario general considera que para los intereses de los morados es esencial el papel de Bildu. Si los abertzales se mantienen firmes en el apoyo a los presupuestos de Sánchez, la ecuación del Gobierno rojo-morado se salva. Máxime porque será mucho más fácil garantizarse los apoyos de ERC.

Sin embargo, también en esto llegan desde la Moncloa mensajes que asustan a los morados. Podemos cree que la Moncloa está impulsando, bajo el nuevo liderazgo de Óscar López, su línea estratégica. «Moncloa está corrigiendo al PSOE», comentan para referirse, por ejemplo, a la posición del Gobierno con Bildu.

La oposición sostiene que el giro de Sánchez es más cosmético que real, pero fuentes socialistas sostienen que no es así. Tanto la salida de Iván Redondo como la remodelación del Gobierno abren el camino a esa dinámica, que en los ministerios económicos esperan desde hace tiempo para encauzar el verdadero objetivo de la legislatura: aprovechar los fondos europeos y ofrecer al país la imagen de Sánchez como artífice de la recuperación. «Si no hay crisis, no hay Gobierno del PP», sostienen estas fuentes.

Ante Sánchez, sin embargo, vuelve a aparecer Iglesias. El fundador de Podemos había prometido salir de la primera línea de la política. Pero no ha sido así. En Podemos achacan su «vuelta» al protagonismo de Yolanda Díaz y a la necesidad de «marcarla» para asegurar la supervivencia del partido morado. Los críticos dibujan ese escenario como una necesidad «patrimonial» más de Iglesias e Irene Montero que de legado de Podemos. Pero todos admiten que Iglesias ha vuelto. La embestida contra Felipe González es una prueba de ello.

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