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Revuelo en Vox por el «destierro» de Macarena Olona a Andalucía

Algunos dirigentes no dudan del éxito de la diputada en las elecciones autonómicas, pero temen que su marcha les perjudique a escala nacional

Revuelo en Vox por el «destierro» de Macarena Olona a Andalucía

Macarena Olona durante la celebración del Día de la Constitución en el Congreso. | Juan Carlos Hidalgo (EFE)

No todas las victorias llevan al éxito. Es justo lo que temen algunos dirigentes de Vox. Están convencidos de que la candidatura de Macarena Olona en Andalucía les reportaría un importante crecimiento en la región, tal y como indican las encuestas. Incluso de que les ayudaría a entrar en un gobierno por primera vez en sus ocho años de vida, pero están preocupados porque ese movimiento les perjudique a escala nacional. Admiten en privado que supondría perder uno de sus principales activos en el Congreso. «Sería una victoria pírrica», reconoce un miembro de la organización. 

Pirro, rey de Epiro, consiguió imponerse a los romanos en la batalla de Asculum en el 279 antes de Cristo. A pesar del triunfo, perdió a miles de hombres, por lo que aseguró: «Otra victoria como esta y volveré solo a casa». Desde entonces, la expresión se usa para describir triunfos que implican importantes daños colaterales para el vencedor, de manera que no compensa. La batalla aludida es una de las muchas que se desarrollaron durante las llamadas guerras pírricas, que enfrentó a diversas ciudades-estados de la Magna Grecia, los cartagineses y diferentes pueblos itálicos, favoreciendo la consolidación del poder de Roma. Toda una alegoría para algunos dirigentes de la formación verde.

Un «activo» en el Congreso

«Macarena Olona es uno de nuestros mayores activos en el Congreso», asegura a THE OBJECTIVE un importante cargo de Vox, que da por segura su candidatura a la Junta de Andalucía, aunque «cuando toque». El proceso de designación no se iniciará hasta que el presidente regional, Juanma Moreno, convoque elecciones. Un paso que podría dar en los próximos meses. Hasta hace unas semanas, el Ejecutivo andaluz insistía en su intención de agotar la legislatura, que acaba en diciembre de 2022, pero la imposibilidad de sacar adelante unos nuevos presupuestos y los buenos augurios para el PP que arrojan los sondeos han variado el escenario.

Moreno explicó la semana pasada que los próximos comicios se celebrarán entre junio y octubre. Vox lleva meses reclamándolos. Las relaciones están rotas desde hace tiempo. De hecho, la formación verde no ha apoyado las cuentas regionales, obligando al Gobierno de coalición entre PP y Ciudadanos a prorrogar los presupuestos del año anterior. Vox, que votó a favor de la investidura de Moreno, insiste en que no se han cumplido los acuerdos y que las políticas que se desarrollan son continuistas. El audio que se filtró del vicepresidente andaluz, Juan Marín, instando a sus parlamentarios a no apoyar las cuentas supuso la ruptura definitiva.

Vox lleva meses engrasando su maquinaria electoral en la región, donde consiguió su primera representación institucional: 12 escaños. «Estamos preparados», admiten. Uno de los que lo pregona es Jorge Buxadé, vicepresidente de Acción Política, que reconoce que los puentes con PP y Ciudadanos llevan meses rotos. La única salida, dice, es acudir a las urnas. Lo hace amparado por las encuestas. La realizada por el Centro de Estudios Andaluces les otorga 15, pero los sondeos internos llegan hasta 21, casi el doble de los que alcanzó en 2018. Una cifra que podría aumentar si Olona fuese la candidata. 

Macarena Olona, en un acto en Sevilla el pasado 28-F. | Foto: Vox

«Tiene mucho tirón», afirma un miembro de la organización que está encantado con la idea. «La popularidad de Olona no deja de crecer. Sus intervenciones parlamentarias son extraordinarias y muy comentadas en medios de comunicación y redes sociales. Enviarla a Andalucía es perder una voz fundamental», sostiene un dirigente de Vox que prefiere permanecer en el anonimato. Reconoce que la decisión de que la portavoz adjunta en el Congreso sea la candidata a la Junta no está decidida, pero que todo apunta a eso. «Es una buena noticia para Andalucía, pero me preocupa el vacío que dejará en Madrid», insiste otro miembro del partido. 

La decisión final la tomará la dirección nacional. Y en última instancia, su líder, Santiago Abascal,  al que según las fuentes consultadas por este periódico, varias personas ya habrían susurrado los posibles efectos negativos que tendría desprenderse de Olona en el Congreso. Un extremo que no han corroborado desde el partido. Iván Espinosa de los Monteros, portavoz de Vox en la Cámara Baja, reconoció hace unas semanas, durante una visita a Jerez, que la diputada es «una pieza estratégica en el Congreso», donde espera que permanezca. Y aunque le «daría mucha pena perderla» en Madrid, aseguró que sería «una buena candidata». Muchos lo vieron como toda una declaración de intenciones.

Posturas enfrentadas

Miembros de la organización afirman que existen dos posturas enfrentadas. Una, la de los partidarios de enviar a Olona a Andalucía. Este grupo está convencido de que su participación supondría la puerta de entrada a los gobiernos. Aunque advierten, eso sí, de que no pondrán fácil su alianza con el PP. La otra postura, que no duda del éxito que tendría la diputada en el sur, aglutina a los que son reacios a que dé el salto porque consideran que podría tener efectos adversos para el proyecto nacional. «A ver quién se atreve a poner en tela de juicio las decisiones de arriba», se lamenta otro miembro que desaprueba la estrategia. La mayoría de los dirigentes consultados esquiva la cuestión.

«Es una táctica común. Todo el que le hace sombra a Abascal o a Espinosa de los Monteros es desterrado», afirma un antiguo dirigente de la formación verde, a la que llegó después de pasar por el PP. Se marchó desencantado porque el funcionamiento de esta organización es «similar a la de los partidos tradicionales». En su opinión, la diputada es «víctima» de su propio éxito. Pero Olona parece encantada de dar el salto a Andalucía, donde se está dejando ver con bastante frecuencia en los últimos tiempos. Fuentes orgánicas desmienten que haya relación alguna con su presumible candidatura. Explican que es diputada por la provincia de Granada y, como tal, tiene que rendir cuentas a sus votantes.

Olona rodeada de dirigentes provinciales y regionales en Lepe. | Foto: Vox

El lunes, cercada por los periodistas durante el Día de la Constitución, Olona reiteró que estará «donde diga el partido». En febrero, fue la persona elegida por la dirección nacional para  participar en un acto en Sevilla para celebrar del día de la comunidad. Un gesto que algunos han interpretado como el inicio de una estrategia bien estudiada. Después ha visitado en varias ocasiones la circunscripción por la que es diputada y, el 2 de diciembre, acudió a Lepe (Huelva), para conmemorar el tercer aniversario de la irrupción de Vox en el Parlamento. Durante su discurso recuperó a un referente de la izquierda, Julio Anguita, para ganarse el favor de los trabajadores andaluces y aseguró que la comunidad «volverá a hacer Historia» al convertirse en la primera en la que «Vox tenga capacidad de gestión».

El presidente regional, Juanma Moreno, reconoce que Olona sería una «buena candidata», aunque él no está preocupado. Las encuestas dan al PP como ganador en los comicios, pero sin alcanzar la mayoría absoluta. En ese escenario, Vox se antoja fundamental para conformar gobierno. Sus dirigentes reconocen que no lo van a poner fácil. Los populares recelan de integrarles en un hipotético Ejecutivo porque eso podría afectar a las aspiraciones de Pablo Casado. «Será con Vox o no será», advierte Olona con determinación. Un empeño que algunos no quieren perder en Madrid. Por eso esperan que la dirección recapacite.

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