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El sector cárnico solicita una reunión al Gobierno para aclarar las críticas de Garzón

La industria está «indignada» con el ministro de Consumo por las declaraciones que realizó en una entrevista con ‘The Guardian’

El sector cárnico solicita una reunión al Gobierno para aclarar las críticas de Garzón

Garzón durante un acto del ministerio. | A.Pérez (Europa Press)

El sector cárnico sigue «indignado» con Alberto Garzón. De nada han servido sus explicaciones en redes sociales. Los representantes de la industria, que representa el 2,4% del PIB nacional, van a solicitar una reunión «al más alto nivel» para saber qué posición tiene el Gobierno sobre las críticas que realizó el ministro de Consumo en una entrevista con el diario británico The Guardian. La patronal le enviará una carta para exigir que rectifique unas palabras que Garzón considera que forman parte de «una mentira que ciertos actores promueven». En caso contrario, anuncian acciones legales.

En la entrevista publicada el 26 de diciembre Garzón diferencia entre la ganadería industrial y la ganadería extensiva, «ecológicamente sostenible y que tiene mucho peso en determinadas regiones de España como pueden ser Asturias, Andalucía, Extremadura y algunas partes de Castilla y León». Ha sido precisamente el presidente de esta región, Alfonso Fernández Mañueco, el primero en solicitar la dimisión del titular de Consumo. Garzón afirmó en Twitter que el político del PP está «desesperado por los votos de la ultraderecha y por eso recurre a la mentira». Las elecciones autonómicas se celebran el 13 de febrero. 

Transcripción completa

«Encuentran un pueblo en una parte despoblada de España y ponen 4.000, 5.000 o 10.000 cabezas de ganado. Contaminan el suelo, contaminan el agua y luego exportan esta carne de mala calidad de animales maltratados», continuó el ministro. Unas palabras que han disgustado a las patronales cárnicas, que han pedido su dimisión. El propio Garzón publicó a última hora del martes un tuit con la transcripción completa de la entrevista. Explica que, por falta de espacio, el periodista «tuvo que excluir algunos elementos que hoy, al calor del bulo y la mentira que ciertos actores promueven, salen reforzados».

En la transcripción que ha compartido Garzón se afirma que el objetivo es «trasladar la evidencia científica» y que «el tablero es complejo porque gran parte de la oposición viene de las grandes empresas, que hacen uso de la ganadería industrial». Justo el modelo que critica el ministro en la entrevista publicada. En el texto que ha hecho público el titular de Consumo no se habla en ningún momento de «carne de mala calidad», sino de que la producción de las macrogranjas es «carne de peor calidad» . Y continúa: «Nosotros sabíamos que era un tema que iba a ser polémico, pero que era necesario».

https://twitter.com/agarzon/status/1478483509987708930

El entorno del ministro afirma que se han malinterpretado sus palabras. Es precisamente lo que desea aclarar el sector en una reunión con el Ejecutivo, al que pedirán que se posicione. «Consideramos las declaraciones como una infamia. Una burla y un absoluto desconocimiento del sector. Garzón no es consciente de lo que aporta este sector al PIB y el efecto negativo que pueden producir en él», afirma José Friguls, presidente de la Asociación Empresarial Cárnica (Anafric).

Friguls reprocha las palabras del ministro, a quien lanza varias puntualizaciones. El presidente de Anafric sostiene que los productores españoles están sujetos a la legislación de la UE, «la más estricta en materia de bienestar social animal» y que el ganado no sufre maltrato. «El bienestar animal requiere tratamiento veterinario, refugio adecuado, nutrición y sacrificio humanitario», aspectos que se cumplen, en su opinión. 

El presidente de Anafric considera que el bienestar animal está íntimamente relacionado con el rendimiento de la explotación, por lo que «el ganadero siempre está interesado en garantizar la buena salud de sus animales». Friguls sostiene que el sector está desarrollando sellos homologados por los principales certificadores europeos, lo que determina su calidad. Por último, pide al ministro «que se estudie la legislación del Gobierno del que forma parte y critica».

Segunda potencia mundial

La Asociación de Industrias de la carne de España (Anice) también rechaza «rotundamente» las declaraciones de Garzón por «desconocer la realidad del sector». Consideran que las críticas realizadas pueden ser aprovechadas por los competidores y recuerdan que en 2020 la industria española se consolidó como segunda potencia exportadora mundial, con un récord de ventas que alcanzó los 8.680 millones de euros, un 15% más que el año anterior. 

El sector cuenta con 3.000 empresas, más de 100.000 trabajadores y mueve más de 27.000 millones de euros al año, lo que supone que la cárnica sea la cuarta industria del país y represente el 2,4% del PIB nacional. «Si algo ha logrado la industria cárnica española es una buenísima imagen y reputación en los mercados exteriores, por la calidad de nuestras exportaciones, rigor y seriedad. Esto nos permite estar por delante de países como Estados Unidos en mercados estratégicos como el chino», insisten desde Anice. La Federación Empresarial de carnes e industrias cárnicas (Fecic) invita a THE OBJECTIVE a llamarles «después de las fiestas» para conocer su opinión al respecto.

Patas de jamón ibérico de la empresa Jierrito Alto, en Extremadura. | Foto: Diego Casillas (Europa Press) 

Las organizaciones agrarias, como la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) y la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), también han pedido una rectificación al ministro. En caso de no hacerlo, exigen su dimisión por «atacar nuevamente» a los ganaderos y a la industria cárnica. En verano, Garzón ya recomendó reducir la ingesta de carne roja para «evitar el 50% de las emisiones de gases invernadero y el 20% de las muertes prematuras».

La polémica ha saltado de lleno a la esfera política. Jaime de Olano, diputado del PP, ha acusado a Garzón de poner «en riesgo a un sector que genera un millón de empleos y exporta por valor de mil millones». En su opinión, «no puede ser que tengamos un ministerio que cuesta 60 millones de euros y que se dedica a memeces como el sexismo en los juguetes o la nata en los roscones»

El presidente de Aragón, el socialista Javier Lambán, también ha pedido la dimisión del titular de Consumo al tratarse de «una agresión directa a una parte importante de la economía aragonesa». En su opinión, Garzón «no puede ser ministro de España ni un día más». Ciudadanos le acusa de dañar «irremediablemente» la reputación internacional de la ganadería española y solicita su reprobación.

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