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Los expertos de la UE creen que incluir la nuclear como verde dañará otros objetivos

La Plataforma sobre Finanzas Sostenibles publica una propuesta que contradice a la Comisión Europea, tal y como adelantó THE OBJECTIVE

Los expertos de la UE creen que incluir la nuclear como verde dañará otros objetivos

Central nuclear de Bugey, en Francia. | Vincent Isore (Zuma Press)

Fuego amigo en la guerra del clima. La Plataforma de Finanzas Sostenibles, el grupo de expertos que asesora a la Comisión Europea en la taxonomía, considera que incluir a la energía nuclear como verde puede conllevar «daños significativos» a otros objetivos incluidos en el reglamento. Los especialistas han publicado este lunes su propuesta, contraria a incorporar el gas y la energía nuclear en la clasificación que debe facilitar la captación de inversiones privadas, tal y como anunció el Ejecutivo comunitario el 31 de diciembre. THE OBJECTIVE ya adelantó el sábado estas conclusiones, que no son vinculantes.

El documento publicado consta de 44 páginas. En ellas, los técnicos lamentan que la Comisión Europea lanzara una propuesta sin conocer su veredicto y que hayan tenido apenas tres semanas para estudiar las intenciones del Ejecutivo comunitario. El informe, que atiende a criterios técnicos, afirma que incluir el gas y a la energía nuclear como sostenibles «difiere» en aspectos fundamentales de la ley del Clima en vigor y «no son consecuentes» con lo dispuesto en el Reglamento de Taxonomía, en concreto con sus artículos 10.2 y 19.

«No cumplen los requisitos»

Tal y como adelantó este periódico el sábado, los expertos sostienen que el gas natural y la energía nuclear no cumplen los requisitos para ser consideradas como renovables, por lo que no deberían formar parte de una clasificación cuyo propósito es «contribuir de forma sustancial a que la UE cumpla seis objetivos ambientales para dirigir las inversiones».

Los expertos sostienen en el documento que los criterios de la Comisión Europea no garantizan que no haya daños significativos a otros objetivos. En concreto, se refieren al uso sostenible y la protección de los recursos hídricos y marinos, la transición a una economía circular, la prevención y el control de la contaminación o la protección y restauración de la biodiversidad y los ecosistemas.

Central nuclear de Vandellós, en proceso de desmantelamiento. | Foto: Europa Press

«No es el momento de difuminar las líneas sobre las realidades ambientales de la neutralidad climática. Tal y como está ahora, eso es lo que hace el borrador del reglamento de taxonomía», afirma Nathan Fabian, presidente de la Plataforma Europea de Finanzas Sostenibles. En su opinión, es necesario precisar «con urgencia» lo que se debe hacer «para cumplir con nuestro clima y los objetivos ambientales». Para conseguirlo, pide que todos los actores implicados pongan en marcha sus destrezas.

El texto elaborado por los especialistas de la UE muestra preocupación porque la Comisión Europea otorgue al gas un límite de emisiones más alto que otras energías, hasta un 15%, cuando se use para reemplazar fuentes de electricidad más contaminantes, como el carbón. El estudio también revela la desconfianza que existe con las nuevas plantas nucleares porque, en opinión de los expertos, no se aborda de manera adecuada el impacto ambiental de los residuos.

«Una gran inconsistencia»

Para los miembros de la Plataforma Europea de Finanzas Sostenibles, la inclusión en la calificación del gas y la energía nuclear muestra «una gran inconsistencia con la contribución sustancial actual». Según los parámetros, en estos momentos se exigen emisiones por debajo de las que generarían estas modalidades, por lo que  «en ningún momento de su vida mejorarían los indicadores y no pueden calificarse como verdes».

El grupo de expertos comenzó su trabajo en julio de 2018 y está formado por 35 miembros de la sociedad civil, el mundo académico, la empresa y el sector financiero, que desarrollan su labor de forma altruista. También hay un elenco de observadores de la UE y otros organismos públicos. La Comisión Europea les otorgó el mandato para definir las fuentes de energía que contribuyen a la transición energética, pero acabó haciendo una propuesta sin escucharles, pese a haberles dado una plazo para enviar sus conclusiones.

Central nuclear de Bugey, en Francia. | Foto: Vincent Isore (Zuma Press)

La Comisión no se limitó a lanzar la propuesta. La envió a los expertos y a los Estados miembros para conocer su opinión. Los miembros de la plataforma creen que se han invertido los tiempos y que la Comisión Europea les usa para legitimar sus decisiones, tal y como se quejaron en THE OBJECTIVE. El Ejecutivo comunitario informó de su decisión al filo de la medianoche del 31 de diciembre. Algunos países ya han mostrado su rechazo a la propuesta, entre ellos España, Austria, Dinamarca, Luxemburgo y Alemania, que cerró tres de sus seis plantas nucleares apenas horas antes del anuncio.

El primero de los actos delegados fue aprobado por la Comisión en abril y ratificado por el Consejo el 9 de diciembre. El texto dejó fuera a la energía nuclear y al gas, pero dio lugar a un ácido debate entre países partidarios y detractores de incluir estas fuentes en la taxonomía, como ocurrió finalmente. Europa las considera vitales para descarbonizar la producción energética y cumplir el objetivo de reducir a cero las emisiones de carbono en 2050, tal y como fija el Pacto Verde de la UE.

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