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China suspende la actividad de cinco plantas químicas por las protestas medioambientales

Una ola de protestas medioambientales contra la contaminación han llevado a las autoridades de China a suspender la actividad de cinco plantas químicas de óxido de aluminio en la provincia de Liaoning, en el noreste del país, ha informado el medio oficial Global Times. Gaizhou, en la provincia de Liaoning, ha sido la última ciudad de esta provincia en interrumpir la actividad de su planta química después de que la semana pasada se cerraran proyectos similares en Fengyang, Chaoyang, Fuxin y Huludao.

China suspende la actividad de cinco plantas químicas por las protestas medioambientales

Reuters

Una ola de protestas medioambientales contra la contaminación ha llevado a las autoridades de China a suspender la actividad de cinco plantas químicas de óxido de aluminio en la provincia de Liaoning, en el noreste del país, ha informado el medio oficial Global Times. Gaizhou, en la provincia de Liaoning, ha sido la última ciudad de esta provincia en interrumpir la actividad de su planta química después de que la semana pasada se cerraran proyectos similares en Fengyang, Chaoyang, Fuxin y Huludao.

La ciudad de Gaizhou destinó una inversión de 6.000 millones de yuanes (unos 756 millones de euros) para la construcción de la planta de óxido de aluminio, encargada a la empresa Chongqing Bosai Mineral Group el pasado febrero. Su desarrollo comenzó en marzo y su finalización estaba prevista para septiembre de 2019.

La Policía de la ciudad de Gaizhou ha anunciado esta noticia y ha explicado que han tomado esta decisión a tenor de la preocupación del público y de las protestas que estallaron el pasado fin de semana. Los opositores se quejaron de que el proyecto afectaba al agua potable de la zona, que podría causar cáncer, afectar al desarrollo de los jóvenes y provocar pérdida de memoria en los ancianos, según Global Times.

Sin embargo, la Policía ha advertido de que se difundieron informaciones falsas en Internet sobre el asunto que incitaban a los ciudadanos a participar en las protestas sin autorización. Las autoridades pidieron a los residentes de Gaizhou que no participaran en «actividades ilegales». Los propietarios esperaban obtener con esta planta de Gaizhou unos beneficios anuales de casi 1.000 millones de euros, crear más de 1.000 empleos y producir más de 2,5 millones de toneladas de productos de óxido de aluminio. Informa Efe.

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