Comprobado científicamente: la cara es el espejo del alma. Según un estudio publicado en la revista cientifica PNAS, pequeños cambios en las dimensiones del rostro hacen que, a primera vista, una persona parezca más atractiva, dominante o confiable.
Comprobado científicamente: la cara es el espejo del alma. Según un estudio publicado en la revista cientifica PNAS, pequeños cambios en las dimensiones del rostro hacen que, a primera vista, una persona parezca más atractiva, dominante o confiable.
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