Condenado a 24 años de prisión un seropositivo que contagió intencionalmente a 30 mujeres
La defensa, por su parte, ha presentado el perfil de un hombre joven necesitado de afecto, que nunca había conocido a su padre y que había perdido a su madre, toxicómana y seropositiva, cuando tenía cuatro años.
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Valentino Talluto, un hombre italiano seropositivo acusado de haber contagiado intencionalmente a una treintena de mujeres en menos de 10 años, ha sido condenado este viernes a 24 años de prisión, ha anunciado un tribunal penal de Roma.
El hombre, de 33 años, ha sido declarado culpable de haber causado graves «lesiones» a la mayoría de sus víctimas, informa AFP.
La corte ha pronunciado su veredicto tras casi doce horas de deliberaciones. Durante la lectura, algunas víctimas se han abrazado llorando, han observado periodistas presentes en la sala.
Valentino Talluto había seducido a decenas de mujeres bajo el pseudónimo «Hearty Style» en redes sociales y páginas de citas.
Los investigadores habían localizado a 53 de sus conquistas entre el momento en que Talluto había descubierto que era seropositivo, en 2006, y su detención en 2015. De ellas, 23 habían permanecido como seronegativas pero 30 resultaron contagiadas, así como las parejas de tres de ellas y el bebé de otra.
Durante el juicio, que había comenzado el dos de marzo en una sala de audiencias de la cárcel de Rebibbia, en Roma, las víctimas habían narrado cómo Talluto las había conquistado, llegando a mantener relaciones sexuales sin protección.
Cuando alguna le pedía que se pusiera un preservativo, él decía que era alérgico o que acababa de hacerse la prueba del VIH. Y a las que descubrían que eran seropositivas, él les aseguraba que no tenía nada que ver.
La defensa de Talluto afirma que sus actos habían sido «imprudentes, pero no intencionados». Muchas de las mujeres eran estudiantes, y algunas, madres de familia. La más joven tenía 14 años cuando había comenzado la relación y la mayor, 40.
La acusación consideraba que Talluto merecía la cadena perpetua por «epidemia» y «golpes y heridas voluntarias». Se descartaban circunstancias atenuantes porque no había expresado ningún remordimiento.
Pero la corte ha decidido la pena de 24 años de prisión al considerar que no ha provocado una epidemia, propagando un agente patógeno.
«Talluto nunca colaboró, hizo declaraciones falsas, negó toda responsabilidad […] Sus acciones buscaban sembrar la muerte», ha denunciado la fiscal general Elena Neri en septiembre ante la corte.
La defensa, por su parte, ha presentado el perfil de un hombre joven necesitado de afecto, que nunca había conocido a su padre y que había perdido a su madre, toxicómana y seropositiva, cuando tenía cuatro años.
También había asegurado que era imposible probar que a las mujeres no les hubieran contagiado otros hombres. La cepa de virus que comparten con Talluto es la más extendida en Europa.
Tras meses de silencio, Talluto ha hablado a finales de septiembre.
«Muchas de las mujeres conocen a mis amigos y familia. Dicen que yo quería infectar a la mayor cantidad de gente posible. Si hubiera sido así, habría buscado sexo ocasional en bares, no las habría introducido en mi vida»,
