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Política

Fernando Rayón: «El arte interesa mucho más que la política porque es la vida»

THE OBJECTIVE conversa con el director de ‘Ars Magazine’, la revista de arte y coleccionismo más prestigiosa de España

Fernando Rayón: «El arte interesa mucho más que la política porque es la vida»

El director de ‘Ars Magazine’, Fernando Rayón.

Que existiera una única definición de lo que es arte que se ajustara a todas las explicaciones previas sería, en cierta forma, una obra de arte en sí. Encontrar las palabras exactas para tratar de explicar un fenómeno tan íntimo y tan personal resulta casi imposible, casi tanto como lograr la frase que resuma todas las sensaciones que uno experimenta ante el cuadro, el baile, la figuración o la escultura que se le viene a la mente mientras lee esto.

De ahí que tantas veces sea tan complicado juzgar una obra. ¿Es arte La Fuente de Duchamp?, ¿está en la misma categoría que El Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga?, ¿se puede apreciar el Guernica y elevarlo a lo más alto del mundo artístico o es solo «un graffiti»? En todas esas preguntas hay tantas respuestas posibles que a veces parece necesario contar con ayuda para poder responderlas. Suerte que a veces resulta sencillo encontrarla.

Los lectores más despiertos habrán encontrado una nueva sección dentro de la página principal de THE OBJECTIVE: Ars Magazine. Las publicaciones de esta revista han pasado a formar parte de los contenidos disponibles en el periódico, que mantiene su apuesta por la información en abierto.

Ars es una revista especializada en el arte y su mercado, los museos, los artistas y todo el mundo relacionado con la gran obra del ser humano y que nace de la mano del prolífico periodista Fernando Rayón (Burgos, 1959). Bajo su batuta, esta publicación ha crecido desde 2008 hasta convertirse en una referencia obligada entre los medios especializados en este mundo gracias a un lenguaje claro y sencillo que permite acercar las grandes creaciones a todos los públicos sin importar su nivel previo en la materia.

THE OBJECTIVE conversa con él sobre la vida, las emociones, el talento y la creatividad, la pandemia, la nueva etapa que se abre para el medio que dirige y, por supuesto, sobre el arte.

Pregunta- ¿Qué es el arte?

Respuesta- El arte es un reflejo de la belleza, es un reflejo de las cosas más hermosas que hay en el mundo, de toda la creación.

P.- ¿Y qué es un artista?

R.- Bueno, el artista es la persona que crea arte porque tiene unas cualidades que le permiten una sensibilidad, aunque esa palabra no me gusta, que le permiten conectar especialmente con esa belleza y con esa naturaleza. Los sonidos, la música, la naturaleza, la pintura, la escultura, los colores, la poesía… Con todo eso.

«Parece que todo el mundo tiene que ser muy sensible para ser artista»

P.- ¿Pero por qué no le gusta el término sensibilidad? Siempre se ha hablado de que los artistas tienen que tener esa cualidad.

R.- No estoy de acuerdo. Es verdad que son gente sensible, pero no en la sensiblería que tienen algunas personas. Me gusta pensarlo como una capacidad para conectar con cosas, momentos o situaciones que otras personas no tienen. Yo no entiendo la frase: ‘No, es que este es un poeta que tiene una gran sensibilidad’. ¡Pues a veces sí y a veces es un tipo que es bastante rudo pero es capaz de expresar con palabras toscas cosas extraordinariamente bellas! Parece que todo el mundo tiene que ser muy sensible para ser artista, y no. El artista tiene que tener muchas cualidades, una de ellas la sensibilidad, pero otra cosa, por ejemplo, es la capacidad de ver las cosas que a veces no vemos los demás. ¿A eso cómo lo llamas?

P.- Con la explosión de las criptomonedas y de los mercados de NFT se empezaron a vender estos  pequeños productos asegurando que eran arte digital. No sé si se pueden considerar estos ‘dibujos’ como arte.

R.- Yo creo que sí se pueden considerar arte. ¿Por qué no? Lo que pasa es que los NFT han querido entrar demasiado pronto en el mundo del mercado de arte. Creo que es algo distinto y que han ido tan rápido que quizás no ha dado tiempo a consolidar lo que son, lo que valen, su auténtico valor. Es como esos pintores que de vez en cuando triunfan rapidísimo y al poco tiempo desaparecen porque han hecho una exposición y nada más. El otro día discutía con una ‘instagramer’ sobre si lo que ella hacía era o no arte, porque tiene que haber un trabajo, una creatividad. Todo lo que hace la gente no es arte, pero podría serlo. Hay que ver cómo van evolucionando, pero por ejemplo con las criptomonedas hemos asistido a unos altibajos brutales y creo que con los NFT va a pasar lo mismo hasta que se estabilicen y lleguen a su sitio.

P.- Sabiendo todo esto, qué es el arte y qué el artista, ¿qué es lo que hace arte al arte? ¿Por qué todos podemos reconocer que hay ciertas obras que son una categoría superior entre lo común?

R.- Bueno, el hecho de que muchos conectemos con una obra implica que es arte porque de distintas maneras nos toca el corazón, la cabeza, la sensibilidad, nuestra manera de ver las cosas. Cuando una obra es capaz de llegar a mucha gente es porque toca muchas teclas; cuando una sinfonía se hace bella para mucha gente es porque toca la sensibilidad o la creatividad o la emoción de mucha gente. ¿Eso cómo se hace? Cada artista utiliza teclas distintas para llegar a eso, pero insisto en que hay mucho trabajo previo. Cuando uno trabaja mucho consigue mejores resultados. Aunque no siempre es así, el trabajo consigue obras de arte logradísimas que pueden ser las que gusten mucho a la gente. No pensemos que una obra nace solo de un destello de creatividad aunque muchas veces sea así.

P.- Ha mencionado que nuestra relación con el arte es a través de sentimientos, de sensibilidad, de emoción, de tocar a cada uno de diferente forma. No sé si un momento como la pandemia ha cambiado nuestra relación con el propio arte.

R.- Por supuesto. El arte es vida y la pandemia forma parte de la vida, quizás no de lo más hermoso, sino de lo más trágico, pero nos ha hecho acércanos de otra manera solamente por el hecho de que muchas galerías y artistas han desaparecido. ¿Cómo no va a influir eso en el arte? ¡Lo hace de manera tremenda! Hay cosas fascinantes en este mundo, como un músico que se ha quedado en su casa encerrado y quizás eso le ha permitido ponerse a trabajar, a pensar de una forma distinta para conseguir soluciones diferentes a lo que estaba haciendo.

Nunca sabemos cómo influyen en la gente las tragedias. Si uno mira la biografía de los artistas, descubre que son gente con una vida tremenda, azarosa, con dificultad, asesinatos, muertes… Y a pesar de eso, ¡cómo se ha abierto el camino la belleza, el arte! Pues se ha abierto camino porque es la vida, y aunque sea tremenda uno no puede cerrar los ojos ante ella.

P.- Volviendo a lo que interpretamos cada uno como arte, es cierto que el Contemporáneo y sobre todo el Moderno ha sido muy criticado. Me gustaría conocer su opinión acerca de unas palabras del humorista Albert Boadella, que en una entrevista reciente en El Correo describía el Guernica como un graffiti curioso y en 2018 afirmaba que Picasso era una mierda.

R.- Bueno, yo creo que el Guernica no es un grafiti curioso y Picasso no es una mierda. Es verdad que hay mucha gente a la que el arte contemporáneo le cuesta más porque no tiene la preparación necesaria. Me asombra a veces que cuando uno ve una una gran película o lee un buen libro, inmediatamente sabe que aquella es una gran película o que ese un gran libro, quizá porque los mensajes llegan de una forma más nítida y más rotunda.

P.- Háblenos de la colaboración entre Ars Magazine y THE OBJECTIVE. ¿Qué expectativas tiene?

R.- Creo que el arte es generalista a día de hoy e interesa a todo el mundo. No creo que haya ningún problema en eso, incluso yo te diría que el arte interesa mucho más a todo el mundo incluso que la política porque es vida. Estar en un medio generalista no tiene ninguna dificultad. Hoy hay todo tipo de informaciones que a la gente le pueden interesar, y estoy seguro de que una de ellas es el arte y lo hemos comprobado sobradamente viendo el interés que se ha despertado en los lectores de THE OBJECTIVE por los temas que lleva la revista. Nosotros somos, en las informaciones y noticias que damos, muy pedagógicos. Nos gusta enseñar también lo que es el mercado del arte, comprender lo complicado que es. Y nos gusta cuando explicamos una obra de arte que la gente entienda siempre. Cuando escribe un historiador, siempre le pido que mi madre lo puede entender.

«El arte es vida y la pandemia forma parte de la vida, quizás no de lo más hermoso, sino de lo más trágico, pero nos ha hecho acércanos al arte»

P.- ¿Por qué se llegan a pagar tales cantidades por obras que de primeras pueden parecer muy sencillas?

R.- Porque una cosa es el arte y otra cosa es su mercado, son dos cosas distintas. El mercado es un negocio. Si resulta que se pagan esas cantidades tan descomunales, que a mí me lo parecen al menos, por una obra que parece tan sencilla y tan poco digna de ser valorada así es porque el mercado sí las valora. A ti te puede parecer que Andy Warhol es un artista de segunda o de tercera división. Quizás sea verdad, pero el mercado del arte lo valora muchísimo y paga muchísimo porque obedece a unos intereses distintos.

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