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El futbolista que donó el hígado para salvar a su madre: «Ella me dio la vida y yo se la extendí»

Robert Peric-Komsic, de 23 años, está cerca de volver a los terrenos de juego tras someterse en marzo a una dura cirugía para salvar a su progenitora

El futbolista que donó el hígado para salvar a su madre: «Ella me dio la vida y yo se la extendí»

El futbolista bosnio Peric-Komsic y su madre Ljiljana. | Damir Begović (Sportske Novosti)

Madre no hay más que una. El futbolista bosnio Robert Peric-Komsic, de 23 años, no lo dudó un instante cuando le comunicaron que la última posibilidad de salvar a su madre era donarle el 70% de su hígado, un órgano vital que, en condiciones normales, tiene la capacidad de regenerarse. El jugador del Cibalia, un modesto club de la segunda división croata, tomó un vuelo a Estambul (Turquía) y se sometió a una dura cirugía en marzo. Cuatro meses después, sueña con volver a los terrenos de juego, aunque ya ha ganado el partido más importante de su vida, salvar a su madre: «Ella me dio la vida y yo se la extendí».

Komsic es un imponente delantero de 1,93 metros con un valor de mercado de 50.000 euros, según el portal deportivo Transfermarkt. El futbolista fichó la pasada temporada por el Cibalia tras pasar por diferentes clubes, entre ellos el filial del Club Deportivo Alavés en 2018. Hace unos meses, en plena temporada, tuvo que enfrentarse a la difícil decisión de detener su prometedora carrera. «No me importó eso. El fútbol entonces era secundario. Mi misión era ayudar en la curación de mi madre», revela el jugador al diario croata Sportske novosti.

Un héroe en el fútbol

El futbolista bosnio huye del calificativo de héroe. Dice que cualquier hijo hubiese hecho lo mismo que él en su lugar. Su madre Ljiljana llevaba enferma 13 años. Durante ese tiempo vivió un auténtico calvario. Se había sometido a tres trasplantes, todos ellos fallidos por incompatibilidades. Los médicos le recomendaron repetir la operación con alguien cercano. Los primeros aspirantes fueron el hermano del jugador, Vedran, y su padre, Nedeljko. El problema es que ambos tienen hígado graso, por lo que fueron descartados.

El tiempo se agotaba. La vida de Ljiljana corría serio peligro. Komsic lo tuvo claro: tenía que ser el donante. A pesar de que las opciones de continuar su carrera como futbolista eran mínimas, hizo la maleta y voló hasta Estambul para someterse a una intervención en la Clínica Memorial Bahçelievler. La operación duró horas. Al corpulento delantero le extirparon el 70% de su hígado, que le fue trasplantado a su madre. «Acabé muy cansado y tardé meses en recuperarme, pero todo salió genial». Su madre sigue tomando medicación, pero el jugador afirma que eso no es un problema para ella porque lo lleva haciendo años.

El futbolista bosnio tras su donar el hígado a su madre. | Foto: Damir Begović (Sportske Novosti)

Komsic ha vuelto a entrenar con sus compañeros. Asegura que su hígado se regeneró por completo y que todos sus parámetros biológicos son normales. Ha seguido un riguroso plan de entrenamiento personalizado, pero ya se ha unido al grupo. El técnico, Tomislav Radotic, quiere dosificarle. Podría tener sus primeros minutos esta temporada en el torneo de Kusevac, que se celebra este fin de semana. Una buena prueba de fuego con el inicio del campeonato a la vuelta de la esquina.

«Estoy a gusto aquí. Creo que este año tendré un papel importante en el equipo. Estoy repleto de motivación y de mejor humor que nunca. Lo que me ocurrió me ha fortalecido. Estoy listo para hacer grandes cosas», ha reconocido a Sportske novosti. Durante estos meses, el Cibalia le ha mostrado todo su apoyo. Él quiere agradecérselo con goles y hacer disfrutar a la afición de Vinkovci, la ciudad al este de Croacia que ya tiene nuevo héroe. Aunque Komsic se resista.

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