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El choque mental y físico del Mundial de Qatar

Todos los futbolistas convocados afrontan un horizonte desconocido al tener que parar durante un mes la competición regular

El choque mental y físico del Mundial de Qatar

Ferrán Torres, Luis Enrique y Álvaro Morata, en una concentración de la selección. | Irina R. Hipolito (EP)

Diez días quedan para que arranque el Mundial de Qatar y apenas cuatro para que se paren todas las ligas del mundo entero dando paso a las concentraciones de las 32 selecciones clasificadas para la gran cita mundialista. Esto implica que, dentro de este nuevo y desconocido escenario derivado de un Mundial en pleno mes de noviembre y diciembre, hay dos actores completamente distintos que tendrán diferentes consecuencias mentales y físicas de la celebración de la cita.

Por un lado, están los elegidos para la gran cita, cuyas listas estamos conociendo estos últimos días: este viernes sabremos los elegidos por España. Y por otro, están aquellos que se quedan sin participar. Bien porque su selección no se ha clasificado o simplemente porque nunca han estado entre los elegidos en su país, aunque también hay que mencionar a aquellos que se han caído de la lista a última hora. Todos ellos afrontan un horizonte desconocido al tener que parar durante un mes la competición regular. Repasamos los posibles escenarios.

Pico de forma física y mental

Lo que está claro es que los elegidos para acudir a Qatar van a llegar, salvo las lógicas excepciones, en un pico de forma físico y mental. Desde el punto de vista físico lo explica así José Luis San Martín, expreparador físico del Real Madrid durante 37 años, entre ellos la época de los llamados galácticos: «Últimamente los calendarios de fútbol son muy exigentes, donde se juegan dos o tres competiciones en muchas fases de la temporada se compite cada tres días. Por lo que los equipos grandes planifican dos picos de forma durante la temporada. El primero lo planifican para las navidades y el segundo a finales de marzo/principios de abril que es cuando se deciden los títulos».

¿Qué quiere decir con esto? «Que los jugadores que van a ir al Mundial serán los de los equipos grandes, con lo cual, llegarán en un pico de forma muy alto, espectacular», explica. En esta misma línea opina desde el punto de vista psicológico Oliver Martínez, experto en la preparación mental a nivel deportivo. «Sólo puede afectar positivamente porque, cuando tienes un reto distinto, tu motivación es intrínseca y extrínseca a la vez. Extrínseca porque te han llamado al Mundial e intrínseca porque te sientes realizado de sentirte el elegido. Entonces psicológicamente, todos los jugadores que van a un Mundial se sienten el elegido, algo que te refuerza mucho más a nivel mental. El futbolista se siente especial».

Otra cosa bien distinta es para los que se quedan sin acudir al Mundial. Aquí Martínez distingue entre distintos escenarios, en función de los motivos por los que no acudes al Mundial. «Para los que se quedan en España, físicamente es un momento para recargar pilas, bajar la intensidad. Eso sí, mentalmente, algunos jugadores estarán frustrados si pensaban que tenían opciones de ir», apunta el psicólogo deportivo.

«Y los que ya tienen asumido que nunca van a ir a la selección, esto se lo tienen que tomar como un período en el que pueden a dedicar a estudiar todo aquella parte de su juego donde pueden mejorar. Ahora que tienen todo el mundial, es como una pretemporada para mejorar los aspectos que hasta ahora no han estado bien«, remacha.

Un período que José Luis San Martín describe así desde el punto de vista físico: «Los que no vayan al Mundial no van a estar un mes sin competir. Van a tener entre doce o catorce días de descanso y luego harán otros quince días trabajarán mucho trabajo aeróbico. Y ya cuando vuelvan todos ya harán un entrenamiento más centrado en la intensidad».

¿Y después del Mundial qué?

Por otro lado, hay que tener en cuenta las consecuencias que tendrá esta ruptura mundialista tan abrupta cuando los equipos deban regresar a la competición de nuevo a finales de diciembre con un calendario muy cargado de competiciones en el inicio del 2023. Para San Martín, será clave cómo los equipos gestionen los entrenamientos y el número de minutos de los jugadores: «Otra cosa es después del Mundial donde habrá que gestionar los entrenamientos, la duración, la intensidad y las rotaciones serán fundamentales».

Martínez incluso cree que el regreso de la competición vendrá acompañado de lesiones de los jugadores que han estado en Qatar porque han trabajado a un intensidad que no es habitual a esta altura de la temporada. «En cuanto al físico, sí puede haber un problema a medio plazo. Como es una oportunidad que viene cada cuatro años, son momentos donde los jugadores dan el cien por cien», apunta.

«Durante una temporada te puedes regular, negociar con el entrenador si no estás bien. En un Mundial los jugadores van al cien por cien físicamente, incluso el trabajo es distinto al del equipo. Creo que a medio plazo puede haber problemas porque son cargas a las que los jugadores en este período no están acostumbrados y para su cuerpo, acostumbrado a unos biorritmos, puede resultar peligroso», explica.

Lo que está claro es que el mundo del fútbol profesional afronta un escenario desconocido, del cual se desconocen las consecuencias tanto físicas como psicológicas para los que acuden y para los que se quedan. En cuestión de meses tendremos la respuesta que permitirá valorar hasta que punto un deporte tan profesional como es el fútbol puede permitirse un Mundial en mitad de las grandes competiciones de clubes.

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