THE OBJECTIVE

Los gastos ocultos que amargan las Navidades de la Fórmula 1

Cada escudería tiene que pagar una cuota fija a la FIA para participar en la competición, además de otra variable según los puntos conseguidos en las pistas

Los gastos ocultos que amargan las Navidades de la Fórmula 1

El piloto de Red Bull Max Verstappen revisa su coche antes del Gran Premio de Abu Dhabi. | Europa Press

El pasado sábado 10 de diciembre tuvo que ser un día feliz en el departamento de contabilidad de la Federación Internacional de Automovilismo, la FIA. De la misma manera, debió de ser una jornada menos satisfactoria en casa de pilotos y equipos de la Fórmula 1. Esa es la fecha marcada para el abono de la inscripción destinado a la temporada venidera, y en algunos casos las cifras que se manejan son capaces de arrasar las cuentas bancarias de los paganos.

Tanto la FIA como los dos grupos de participantes que abonan el canon establecido se manejan en dólares por cuestiones relacionadas con la estabilidad de su moneda. Es por esto que la fuerte bajada del euro y la libra esterlina con respecto a la moneda estadounidense hace aún más lacerante el «impuesto revolucionario» que cobra FIA. 

Gastos y números

Cada formación recibe gran parte de sus ingresos desde la empresa organizadora, Liberty Media, tras el reparto de beneficios anual. Estas cifras son variables y representan un porcentaje de los beneficios recaudados en cada temporada. Sin embargo, en el caso de «los impuestos» del ente regulador, son cifras fijas y que recaen en sus arcas para mantener su funcionamiento. Las escuderías han de abonar una cuota fija de 617.687 dólares, que al cambio de hoy son 583.474 euros; una cantidad que se ajusta anualmente con referencia a las subidas del IPC.

A esto hay que sumar una cantidad variable directamente proporcional al número de puntos ganados en el año previo. La cuota fijada para cada uno de ellos es de 6.174 dólares, que suponen 5.832 euros. A partir de ahí, la cifra final se obtiene al sumar el fijo más la multiplicación de esos puntos por la cantidad dispuesta. Por esto, cuando en la gala de FIA al acabar la temporada le preguntaron a Christian Horner, el director del equipo Red Bull, torció el gesto y exclamó: «No sabía cuánto teníamos que pagar a la FIA por los puntos. Recibí la factura el otro día, y fue increíble». El jefe de Max Verstappen, y marido de la ex Spice Girl Geri Halliwell, se refería a una cantidad a pagar por esta razón.

En el caso de Red Bull, escudería campeona del mundo, ‘la dolorosa’ engorda un poco más en función de su primer puesto, y cada punto incrementa su precio con respecto a los del resto hasta alcanzar los 7.000 euros. De esta manera, el contable de Horner pagó el pasado día 10 su cuota fija, y añadió 7.000 euros por cada uno de los 759 puntos recabados durante la temporada 2022. Todo eso hizo que se aligerasen su cuenta bancaria en la nada despreciable cifra de 5.896.474 euros. Para un equipo que dispone un presupuesto estimado de unos 385 millones de euros pudiera parecer una cifra llevadera, pero no hay que olvidar la sanción recibida por excederse en los límites presupuestarios estipulados en el reglamento económico.

El equipo azul recibió un varapalo a finales de octubre, cuando los comisarios deportivos dictaminaron que se habían saltado el techo de gasto impuesto en el reglamento. Quedó demostrado que así había sido, y el castigo fue perder un 10% en la cuota de tiempo de uso en su túnel de viento para desarrollar el monoplaza de 2023. De manera añadida, se les extendió una sanción económica por valor de siete millones de euros. Entre pitos y flautas, en los últimos meses Red Bull ha realizado transferencias a FIA por valor de trece millones de euros. Ferrari, subcampeones, desembolsaron 3,8 millones de euros en números redondos, o Mercedes 3,75. Los farolillos rojos, Williams, sumaron tan pocos puntos que su cuota de inscripción se quedó en 616.000 euros, calderilla comparado con lo de los equipos grandes. 

Los pilotos también pagan

Los corredores también están obligados a depositar un óbolo en la gorra de FIA, con el objetivo de adquirir la llamada Superlicencia. Esta suerte de carnet de conducir Fórmulas 1 se concede cuando se han superado, en categorías previas, una serie de requisitos que certifican la calidad de los candidatos. Si se es campeón de la Fórmula 2, la 3, la Indycar, u otras categorías de monoplazas, existe un escalado que aplica la puntuación del carrerista. También existe una cuota suelo, de 10.400 euros, y unas cantidades que se multiplican en función de los puntos logrados en la temporada previa.

Esta cifra básica es la que abonarán tipos como Logan Sargeant y Oscar Piastri, nuevos en la categoría; el primero correrá para Williams y el segundo bajo los colores de McLaren. La misma cantidad le tocará apoquinar a Nico Hulkenberg, que novato no es, pero el año pasado no disputó carrera alguna. De esta forma, no acumuló puntos, y de la misma manera que los rookies, pagará la cuota básica. En el otro extremo está el vigente campeón, Max Verstappen, que ha marcado un doloroso récord este año; doloroso para su cartera. El neerlandés se llevó a casa su corona con una suma de puntos nunca antes vista: 454. Esto supone que FIA le ha pasado una factura de nada menos que 963.800 euros a cambio del permiso necesario para subirse en su coche en 2023.

Charles Leclerc, subcampeón en la pista y también en facturas, abonó 657.200 euros debido a los 308 puntos logrados. En el pódium de estos recibos se coloca el mexicano Checo Pérez, al que sus 305 puntos le han conducido a aflojar los 650.900 euros que le dan permiso para participar en el mundial del año venidero. Carlos Sainz, el español mejor colocado en la tabla clasificatoria final, abonaría unos 527.000 euros a cuenta de sus 246 puntos, y Fernando Alonso, alrededor de 180.500 euros por sus 81 puntos. 

Llegar a ser piloto cuesta millones de euros: es el precio de la carísima escalada desde el karting y hasta la cúspide de la velocidad, y una vez que llegas, recuperas mucho de esta inversión porque es cuando empiezas a ganar dinero; hacerlo antes no es moneda común. Por norma general, dos tercios de la parrilla de la Fórmula 1 suele cobrar nóminas que se disparan hacia la zona de los varios millones al año. Los del final pueden estar ahí, pero sus emolumentos tienden a estar relacionados con los patrocinadores y sponsors que les acompañen; no es una regla inflexible, pero si una pauta frecuente. En caso de no tener patrocinadores, es fácil que tu sueldo no vaya mucho más allá de unos cientos de miles.

De ese exiguo sueldo a cambio de jugarse la vida cada fin de semana ya saben que los primeros miles son para la FIA, que aquí gratis solo es el aire. Lo saben todos incluso antes de que arranquen los motores.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D