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'Operación Conífera': cae una red que amañaba partidos de fútbol para ganar apuestas

Ya hay más de 44 arrestados por estafar a los operadores de juego más de 500.000 euros gracias a la corrupción de futbolistas de divisiones no profesionales

‘Operación Conífera’: cae una red que amañaba partidos de fútbol para ganar apuestas

Policías nacionales en un partido de fútbol. | Ministerio de Interior

Macrooperación contra el amaño de partidos en el fútbol no profesional español. Este martes se han producido 23 detenciones en Badajoz, Cádiz, Ciudad Real, Córdoba, Tenerife y Ceuta en el marco de la segunda fase de la Operación Conífera, una investigación conjunta de la Policía con Interpol y Europol. De esta manera, ya son 44 los arrestados por presunta pertenencia a organización criminal, corrupción entre particulares en el ámbito deportivo y estafa a los operadores de juego que podría ascender a más de 500.000 euros.

Aunque no hay ningún club de fútbol profesional implicado, han sido precisamente las altas instancias de este deporte las que iniciaron esta Operación Conífera. En concreto, la investigación arrancó con la denuncia de La Liga ante el Centro Nacional Policial para la Integridad en el Deporte y las Apuestas (CENPIDA), respecto al partido que enfrentó el 29 de mayo de 2021 al Conil CF y al CD Gerena de tercera división y que concluyó con el triunfo de los locales por tres goles a uno.  

En ese momento, la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta de la Policía (UDEV), en colaboración con la Dirección General de Ordenación Del Juego (DGOJ), Europol e Interpol, abrió una investigación en la que se practicaron 21 detenciones el pasado mes de junio en las provincias de Badajoz, Almería, Cádiz y Sevilla. 

Modus operandi’: futbolistas y cuentas falsas

Según la información a la que ha accedido THE OBJECTIVE, algunos de los arrestados en la Operación Conífera vendían sus cuentas de juego para que los integrantes de la organización criminal hicieran apuestas online en partidos amañados consiguiendo ingresos entre 4.000 y 24.000 euros por cada cuenta.  Para la realización de las apuestas se aprovechaban de los vínculos personales con jugadores e integrantes de los equipos de fútbol, operando especialmente en el ámbito de la RFEF, la Liga Nacional de Gibraltar y la Liga de Andorra.   

El análisis de los datos permitió a los investigadores profundizar en el modus operandi de la organización, identificando tanto a futbolistas que habrían participado en el amaño de partidos de fútbol como a personas que se encargaban de abrir cuentas de juego online y cuentas bancarias por las que circulaba el dinero de la organización. Este sistema de creaciones de cuentas y transferencias dificultaba seguir el dinero y la vinculación de los investigados que trabajaban según la policía en cuatro fases diferenciadas.  

Para empezar, había una primera etapa en la que el deportista facilitaba información interna de los equipos de fútbol, lo que aportaba a los integrantes de la organización y apostantes una ventaja competitiva en cuanto al conocimiento de las alineaciones de última hora, descartes, sistema de juego, y otros aspectos que son conocidos públicamente. Después, en la segunda fase se llevaba a cabo el concierto de amaños deportivos, creándose grupos de comunicación encriptados formados por los líderes de la organización y los deportistas para gestar los amaños y obtener grandes beneficios económicos. 

Durante la tercera etapa, se llevaban a cabo las apuestas deportivas tanto de manera online como presencial en casas de apuestas. Cuando las apuestas eran tramitadas de manera online utilizaban identidades diferentes para evitar la interrelación entre los miembros del entramado criminal y cuando se hacían de manera presencial, se ejecutaban las apuestas por pequeños importes para evitar que el cobro posterior del premio generase la emisión de certificados para la Hacienda Pública por parte de los salones de juegos. 

Para finalizar las acciones fraudulentas, los líderes de la organización distribuían los beneficios generados durante las apuestas entre los deportistas implicados y el resto de la trama.  

Una organización criminal estructurada 

Según la información de la Policía, el engranaje lo constituían futbolistas, conseguidores de identidad y «mulas» que eran utilizadas para cobrar.  En un primer escalón formado por los líderes de la trama, había dos personas que gestionaban las cuentas de juego online y las apuestas presenciales.  Un segundo peldaño lo formaban los jugadores de fútbol que aprovechaban su condición para presuntamente organizar los amaños deportivos en los equipos bajo su influencia. 

Otra parte de la organización era la formada por conseguidores y por «mulas», los primeros aportaban identidades para operar en las apuestas online y los segundos, encargados de acudir presencialmente a los locales de juego para realizar las apuestas fraudulentas y cobrar los premios obtenidos. 

Fruto de la investigación desarrollada en las dos fases durante los años 2021 y 2022, se ha logrado la desarticulación total de la organización criminal dedicada a la realización de amaños deportivos en partidos de fútbol aunque las investigaciones de la Operación Conífera continúa abierta con más de 30 partidos implicados.  La acción policial ha contado también con el apoyo del Servicio de Investigación Global del Mercado de Apuestas (SIGMA) dependiente de la Dirección General de Ordenación del Juego, la Unidad Anti Amaños de la UEFA, así como de La Liga y de la Real Federación Española de Fútbol.  

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