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V de Vinicius, V de Verdades

El brasiñelo se muestra incrédulo ante el estamento arbitral. Habla sin titubear, con voz firme, mientras trabaja para aislarse del ruido exterior

V de Vinicius, V de Verdades

Vinicius Jr. celebra su gol este fin de semana ante el RCD Espanyol. | Europa Press

He de reconocer que no me lo esperaba. Faltaban cinco minutos para que terminara el Real Madrid-RCD Espanyol del sábado y me encuentro con uno de los encargados de prensa de La Liga en las entrañas del Santiago Bernabéu. Tal y como siempre hago, le pregunto si los responsables de comunicación de ambos equipos le han confirmado los protagonistas que me van a proporcionar para la flash interview del post partido. Saca su móvil, lo comprueba un instante y me dice: «El Madrid ya me lo ha comunicado, tienes a Ancelotti y a Vinicius».

No salgo de mi asombro. Voy a tener a Vinicius por primera vez en casi un año. «Eso es que tiene un mensaje importante que mandar», pienso para mis adentros. «Espero que no se eche para atrás una vez pite el colegiado…», sigo barruntando. Mis temores se disipan rápidamente. A unos 10 metros de mi posición se abre una puerta y aparece Vini Júnior. Va en chanclas y con una camiseta de entrenamiento. Viene tranquilo a la par que concentrado. Cuando le miro a la cara, me fijo en su mirada. Esa que refleja que su intervención no va a ser en balde. «Dale a grabar», le digo a Diego, mi compañero cámara, «esta no va a ser una entrevista más». No me equivocaba…

Vinicius: «El problema no soy yo»

El careo arranca como manda el protocolo. Toca preguntar por su golazo, que supuso el empate: «Estoy muy feliz con la jugada que hice», me confiesa el brasileño. «La entreno mucho. Se parece a la del Liverpool, pero esta vez el disparo es más colocado. No me pongo un tope de goles, sólo quiero marcar». Nos acercamos al momento clave.

Vini ha visto una rigurosa amarilla, su octava en Liga (12ª entre todas las competiciones), por lo que la cuestión es obligada: «Eres el jugador que más faltas recibe de las cinco grandes Ligas ( 92) y al mismo tiempo de los más sancionados. ¿Sientes que los árbitros no te protegen como deberían y en cambio sí te castigan? Comienza el desahogo del canarinho: «No pido a los árbitros que me protejan, pido que piten las faltas y que saquen tarjeta a los demás igual que me las sacan a mí». 

Vinicius se muestra incrédulo ante el estamento arbitral. Habla sin titubear, con voz firme. Todavía le faltan cosas por contar: ¿Por qué no te sucede esto en Qatar, en el mundial de clubes o en la Champions? ¿Por qué sólo en La Liga?, incido: «El problema no soy yo. Muchas veces tengo errores, pero la mayoría de los jugadores me dan patadas porque los árbitros no pitan y es entonces cuando saben que pueden hacer lo que quieran».

Vini acaba de soltar todo lo que tenía dentro. Se le ve liberado. Nuestra entrevista está a punto de terminar, pero antes reserva un espacio para la autocrítica: «Ahora tengo la cabeza más tranquila, pero sé que tengo que mejorar». Y es que el menino también está trabajando para aislarse del ruido exterior bajo la experimentada supervisión de Carlo Ancelotti.

Ancelotti: «Su actitud ha sido ejemplar»

En los 28 años que Carletto lleva en los banquillos ha dirigido a unos 700 futbolistas. La lógica nos invita a pensar que las ha visto de todos los colores, pero les garantizo que no da crédito ante la doble vara de medir que los colegiados aplican con Vinicius. «Hoy le han sacado una tarjeta amarilla que se podían haber evitado», me confesó. Dicho esto, Ancelotti y el club consideran que en el caso Vinicius existen tres patas. Por un lado, está la arbitral, que debe ser más expeditiva ante la barra libre de patadas sin castigo que su estrella sufre domingo tras domingo. La judicial, que tiene que actuar con más contundencia cuando ya ha recibido hasta siete denuncias por delitos de odio contra el brasileño. Y la del propio Vinicius. 

Visto que las dos patas anteriores no actúan como deberían para frenar tanta impunidad, es el mismo Carlo Ancelotti quien trabaja emocionalmente con el jugador para que logre abstraerse del acoso al que vive sometido. Labor que parece estar empezando a dar sus frutos: «Vinicius ha jugado muy bien hoy. También su actitud ha sido muy buena, ejemplar, focalizado en el partido. Esto es lo que tiene que hacer Vinicius». 

Ver de cerca y charlar con el brasileño me ayudó a comprender que Vini ha recogido el guante que le ha lanzado su míster. Ahora solo falta que los colegiados y la Fiscalía lo recojan también. Mientras, Vinicius Júnior, seguirá proclamando sus verdades ante quien las quiera escuchar…

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