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Red Bull y Mercedes niegan el podio a los españoles en el GP de Fórmula 1 de España

Verstappen ha afianzado su liderato en el Mundial tras ganar por delante de Lewis Hamilton y George Russell, con Carlos Sainz quinto y Fernando Alonso séptimo

Red Bull y Mercedes niegan el podio a los españoles en el GP de Fórmula 1 de España

Max Verstappen celebra la victoria. | Albert Gea (Reuters)

Rosalía, Kyllian Mbappe, Pau Gasol, Neymar, Michael Douglas y su esposa Catherine Zeta-Jones, David Bisbal, Miguel Ángel Silvestre, Shakira y jugadores del Chelsea entre otros equipos de fútbol. Ninguno se quiso perder lo que prometía ser una carrera histórica para el automovilismo español, y quedó en una carrera más, no especialmente divertida, y ganada por el de siempre: el vigente campeón Max Verstappen. Sin banderas amarillas, sin accidentes ni choques —afortunadamente—, sin banderas rojas, ni la aparición de la anunciada lluvia. No hubo ninguna retirada, ni coches de seguridad, y durante la prueba cayó una única sanción de orden menor, a Yuki Tsunoda. Este puede ser el resumen de lo ocurrido, y prometía algo muy distinto a los 125.565 espectadores que se dieron cita para en el evento.

De acuerdo con los organizadores y los que manejan las cifras de la Fórmula 1, España es el país donde más se ha incrementado el consumo general de la especialidad, ya sea en forma de audiencia, en crecimiento a la hora de ver la celebrada serie de Netflix Drive to survive, o en interacciones a través de las redes sociales. La presencia de Carlos Sainz en Ferrari y la resurrección deportiva como contendiente de Fernando Alonso a bordo de su Aston Martin han servido de acicate a una afición que estaba esperando algo así. La desgracia para todos los que pagaron su entrada fue que lo que prometía ser una posible victoria número 33 del asturiano o la segunda del madrileño acabó con los dos fuera del pódium.

Gran evento, pequeño premio

Tarde de expectación, tarde de decepción, dicen los de los toros, y aunque organizativamente fue un evento impecable, muchos se volvieron a casa con un sabor de boca agridulce. En los entrenamientos Libres 2 del viernes, los importantes de la primera jornada, Alonso estuvo en la zona de pódium y esto encendió al respetable. Su coche estaba a un nivel envidiable, a de piedra de poder dar caza al inalcanzable Red Bull de Max Verstappen, y muchos soñaron con ‘La 33’.

El drama se vivió el sábado, durante la tanda clasificatoria. El bicampeón llegó con velocidad a la denominada Q3, el tramo final donde se albergan los diez mejores, y fue donde llegó el incidente que marcó su destino. Antes de dar sus giros más rápidos, los pilotos ruedan sin altas velocidades para cargar su batería y disponer de una mayor carga de energía en su motor híbrido. Fue en la vuelta previa a su arreón cuando Alonso pisó una zona húmeda tras la leve llovizna caída minutos antes y perdió el control de su AMR23. Tuvo suerte, no chocó contra nada, pero destrozó la panza de su bólido en su cabalgada sobre la gravilla y zonas anexas al asfalto. Con los bajos tocados y sin la succión que procura el fondo del monoplaza, su velocidad sufrió, y solo pudo clasificarse noveno. En carrera su coche no tuvo ritmo como para adelantar apenas, y se mantuvo en pista sin más incidencias que una peligrosa maniobra en la que Esteban Ocon casi lo echa de la pista en plena recta. Acabó séptimo, y se mantiene tercero en la clasificación de pilotos, tras Verstappen y Checo Pérez.

Algo mejor le fue a Carlos Sainz, que clasificó segundo, y mostró una fortaleza de la que careció su compañero Charles Leclerc, muy perdido este fin de semana. El Ferrari de Sainz no aguantó los embates de los dos Red Bull, mucho más rápidos, y los muy recuperados Mercedes. Carlos acabó quinto, fue el mejor tras los Red Bull y los Mercedes, y está sexto en el mundial de pilotos por delante de su compañero.

Flechas plateadas y niños

Hubo un cambio interesante. Los Mercedes han observado un cambio espectacular en su rendimiento en carrera. Lograron un segundo puesto muy meritorio a manos de un Lewis Hamilton que salía cuarto, y un tercero de George Russell, que partía decimosegundo. El equipo que dirige Toto Wolff parece dejar atrás los problemas encontrados al principio de la temporada, al heredar el exótico diseño sin pontones del año pasado. Cuando se han vuelto más clásicos, comienzan a aparecer los resultados que se les negaban, pero aún sin capacidad de plantar cara a los todopoderosos Red Bull.

Por otra parte, y fuera de la categoría, durante el fin de semana se disputaron pruebas de la Fórmula 2 y Fórmula 3. Resulta necesario reseñar la victoria de Pepe Martí, la tercera de la temporada, del corredor adscrito al equipo del desaparecido Adrián Campos. En su veinticinco aniversario como escudería, llegó esta victoria y la pole position de Alex Palou en el Gran Premio de Detroit de la Indycar estadounidense, otro piloto descubierto por el manager de Alzira. Si el primero está ya en el radar de formaciones de la Fórmula 1 y ha sido visto charlando con responsables de Red Bull, el segundo estuvo cerca de llevarse la victoria en las 500 Millas de Indianápolis el fin de semana pasado y brilla en los Estados Unidos.

Pero la historia más bonita del fin de semana la protagonizó Victoria, una chiquilla de apenas cinco años que vive en Almería con unos padres de acogida. Su familia no puede hacerse cargo de ella, y Lorena y Antonio se prestaron a ejercer de progenitores. Lleva tres meses en su casa, es tímida, habla poco, y cuando ve coches de Fórmula 1 en alguna pantalla, la cara se le ilumina. Tan insistente se mostró por ir a ver las carreras, que sus padres adoptivos se rindieron ante su pasión y la llevaron al Gran Premio de España. El sábado, Logan Sargeant se salió durante los entrenos, y un buen puñado de grava de las zonas de detención de los coches fuera del asfalto cayeron sobre el público. Una piedra, pequeña, dio a Victoria en una pierna. La historia llegó a oídos del equipo Williams, escudería a la que está adscrito el corredor norteamericano, y se pusieron en contacto con los familiares para ser invitados al box el día de la carrera. Victoria se subió en el Williams de Logan, se hizo con fotos durante toda la mañana, y fue probablemente la persona más feliz de todo el circuito. Ella tan solo decía la tarde antes: «Quiero conocer a Logan. Es mi amigo». Y sí, ahora sí que lo es. Para siempre.

Próxima parada: fin de semana del 16 al 18 de junio, en apenas dos semanas, en Canadá. Allí no estará Victoria, pero no se perderá detalle por televisión. Seguro.

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