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De Prisa a Telefónica: ¿por qué el fondo Amber Capital ayuda a Sánchez a conquistar Indra?

Joseph Oughourlian ha pasado de ser un empresario solo conocido en el mundo de los medios a convertirse en un aliado estratégico de Moncloa

De Prisa a Telefónica: ¿por qué el fondo Amber Capital ayuda a Sánchez a conquistar Indra?

Joseph Oughourlian, dueño y fundador de Amber Capital. | Carlos Rosillo (Europa Press)

Joseph Oughourlian se ha convertido en un destacado protagonista de la vida empresarial y social madrileña. Desde su posición de control en el grupo Prisa ha tejido una serie de alianzas en el mundo corporativo y político que le ha llevado a protagonizar el asalto definitivo a Indra, proponiendo personalmente la destitución de los cuatro consejeros rebeldes que impedían que el Gobierno ejecutase su hoja de ruta en la compañía tecnológica.

El dueño del fondo Amber Capital ha pasado de ser un empresario solo conocido en el mundo mediático -tras forzar la salida de Juan Luis Cebrián de la presidencia del grupo Prisa en el año 2017- a ser un habitual de Moncloa y un aliado estratégico en importantes compañías en España con intereses en medios, telecomunicaciones, tecnología e incluso clubes de fútbol. Siempre ha defendido que sus inversiones tienen carácter industrial, aunque la mayoría de las veces suelen estar en el ojo del huracán político.

Ha llovido mucho desde que en 2014 aflorara su primer 3% en Prisa, un momento en que se le identificó como un aliado de César Alierta -por entonces todavía presidente de Telefónica- para desbancar a Cebrián de la presidencia del editor de El País. Han pasado solo ocho años de su llegada a España y menos de dos desde que tomara el control de la compañía de medios, pero ya ha logrado dar el salto a las primeras páginas de la información económica como llave del control de empresas estratégicas.

Real Zaragoza

Sin miedo a coger protagonismo ha situado a España, y a su despacho en la calle Miguel Yuste, como centro de operaciones que le ha permitido reordenar su portafolio y centrarse en inversiones españolas. En estos momentos tiene el 29% de Prisa -que le permite ostentar la presidencia no ejecutiva-, aproximadamente el 1% de Telefónica, el 1,3% de Mediaset España y el 4,2% de Indra. Además es parte del grupo inversor que en abril compró el Real Zaragoza, precisamente a la familia César Alierta. Las inversiones deportivas no le son ajenas ya que también es dueño del Lens, equipo de la liga francesa, el Millonarios de Colombia y el Padova italiano.

Experto en tejer alianzas y en moverse en los ambientes empresariales y políticos ha logrado imponerse cuando las situaciones se le presentan más adversas. En 2017 y después de un año de disputas logró que Cebrián fuera apartado de la presidencia de Prisa. Todavía se recuerda su duro discurso contra el directivo en la Junta de Accionistas en la que se fraguó su salida.

 «Llevo ya dos años en el Consejo y cuando llegué le pedí (a Cebrián) que arreglase el tema de los acreedores e hiciese una ampliación de capital. Después de dos años, estamos contra la pared«. Según Oughourlian, la gestión «no ha sido mala, ha sido lo siguiente». Un momento en el que se alió con Santander, con los Polanco y con Telefónica para forzar la salida del entonces presidente. En ese momento ya tenía un 19% de la compañía.

Control de Prisa

Sin embargo, fue un movimiento que a la larga derivaría en una lucha de poderes. Santander tomó el control con un 4% del capital y forzó el nombramiento de Javier Monzón como presidente no ejecutivo, al mismo tiempo que Manuel Mirat era confirmado como consejero delegado. Este último fue propuesto por Amber, aunque posteriormente intentaría hacer equilibrios para mantener la paz entre las dos facciones.

Oughourlian sería nombrado vicepresidente ejecutivo, pero sus planes de separar la compañía en dos divisiones para rentabilizar el negocio y allanar la negociación con la banca fueron desoídos. En este contexto, a finales de 2020 y tras dos duros años de convivencia logra el apoyo de Telefónica (por entonces con un 9,2% del capital) y con un empujón de Moncloa logra la salida de Monzón y su posterior nombramiento como presidente no ejecutivo. Para esa fecha ya tenía el 29% de Prisa.

Cabe destacar que durante estos dos años Oughourlian no solo se dedicó a buscar socios industriales para Prisa, inversores que le ayudaran a destituir a Monzón y apoyos dentro del consejo. El dueño de Amber hizo además algo muy importante: se ganó la confianza del presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, casi desde su desembarco en La Moncloa en verano de 2018. Y se convirtió en uno de sus más cercanos asesores mediáticos hasta la fecha.

Apoyo de Vivendi

Ahora tocaba consolidar el núcleo de control con un socio industrial. En enero de 2021 Vivendi anunció su desembarco en Prisa que semanas después se convertiría en el 9,9% del capital. Un viejo aliado de Amber. De hecho, en diciembre del año pasado acordaron que los franceses comprarían el 17,5% que Amber Capital tenía en Lagardère por unos 600 millones de euros para después lanzar una opa por el total de la compañía.

A cambio, en octubre Vivendi solicitó al Gobierno subir por encima de este porcentaje hasta el límite del 29% que obliga a lanzar una opa. Sin embargo, el Ejecutivo se negó a que un grupo de ideología conservadora controlase Prisa y bloqueó la operación tirando por la borda los planes de Amber de tener un socio industrial fuerte a su lado, un apoyo para poder desinvertir en el grupo en el futuro. Actualmente la participación del fondo en Prisa vale poco más de 120 millones de euros e invirtió 300 millones aproximadamente.

Sin embargo, faltaba el último baile en Prisa… hasta ahora. Empresarios cercanos a José Miguel Contreras y Miguel Barroso agrupados en Global Alconaba compraron el 7% de Telefónica en 34 millones de euros. Amber aceptó el cambio de socio con el compromiso de que podrá mantener la mayoría de control junto a los nuevos inversores.

Desembarco en Indra

Y llegó Indra. Hace dos semanas Amber afloró un 4,2% en el capital de la tecnológica insistiendo en que buscaba una rentabilidad meramente empresarial, con voluntad de crecer en el capital y optar a tener un sillón en el consejo en el futuro. Sin embargo, este jueves Oughourlian hizo saltar la banca incluyendo in extremis un último punto en la orden del día de la Junta de Accionistas de Indra para cesar a todos los consejeros rebeldes.

Estos consejeros habían pedido días antes que el presidente, Marc Murtra, renunciara a su voto privilegiado para no incumplir el Código de Buen Gobierno de la sociedad. Como resultado Amber pidió su cese que fue aprobado por el 53% del capital, con los votos del fondo, de la SEPI (en representación del Gobierno) y SAPA Placencia, también aliado del Ejecutivo en su intento de controlar Indra.

Pero probablemente esta no sea la última vez que oigamos hablar de Oughourlian. En el mercado se especula con que tiene interés en invertir en sectores estratégicos que se puedan ver dinamizados con la gestión de fondos europeos. Todo está por ver, pero está claro que el dueño de Amber Capital ha llegado para quedarse y desde luego está muy lejos del inversor que allá por el año 2017 solo quería sustituir a Juan Luis Cebrián para recuperar su inversión en el grupo Prisa.

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