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Economía

El Ibex da por amortizado a Pedro Sánchez y pide a la CEOE que endurezca el discurso

La gran empresa se considera que la patronal debe evitar en los próximos meses las concesiones que en el pasado se han dado al Gobierno

El Ibex da por amortizado a Pedro Sánchez y pide a la CEOE que endurezca el discurso

Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, Pedro Sánchez y Gerardo Cuerva, presidente de Cepyme. | Agencias

Las grandes empresas del Ibex 35 dan por completamente rotas sus relaciones con el Gobierno de Pedro Sánchez y su equipo económico. Según ha podido saber THE OBJECTIVE con varias fuentes de miembros del selectivo español, las compañías que más empleo generan y que pagan más impuestos en suelo español dan por amortizado al presidente, tras la deriva populista que ha tomado su Ejecutivo antes del verano y que se ha acentuado al comienzo de este curso.

En términos prácticos, esto supone que ahora darán todas las batallas que sean necesarias para defender sus intereses y evitarán cualquier vía de colaboración con el Gobierno en lo que queda de legislatura. Esto incluye disputas legales contra los impuestos planteados por Sánchez –como el de las eléctricas y el de los bancos-, pero también comenzar a buscar acercamientos con la agenda económica del Partido Popular y su nuevo presidente, Alberto Núñez Feijóo, de cara a las próximas elecciones de 2023.

Esta estrategia del Ibex también supone pedir a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) que endurezca el discurso y que defienda sin fisuras los intereses empresariales en las negociaciones que se avecinan. Esto supone plantear una negociación dura en el techo de salario mínimo, en las subidas salariales de los convenios, en el pacto de rentas y en las conversaciones para cerrar la segunda parte de la reforma de las pensiones que pide Bruselas.

El Ibex y la CEOE

El calendario que se viene es duro y en el Ibex se considera que su presidente Antonio Garamendi debe evitar las concesiones que se han dado en el pasado con el referido salario mínimo o en algunas negociaciones de los ERTE de la pandemia. THE OBJECTIVE ya ha contado que Garamendi se postulará a la reelección como presidente de la patronal en una lista única. Una situación que se produce tras lograr aplacar la disidencia que en algún momento de este año llegó a plantearse presentar una lista alternativa encabezada por Gerardo Cuerva, presidente de Cepyme.

Las fuentes consultadas indican que los grandes del Ibex finalmente se han decantado por brindar su apoyo a Garamendi –pese a que no están del todo conformes con su gestión en los últimos dos años– con la condición de que eleve el tono y se plante ante las arremetidas populistas del ala socialista del Gobierno y los ataques de Unidas Podemos a las grandes empresas.

De hecho, la CEOE ha comenzado a mostrar una postura más dura en el comienzo del curso. Esta misma semana, Garamendi criticó el plan Yolanda Díaz de topar los precios de los productos de alimentación básicos considerando que «suena a planificación soviética». También negó que los empresarios se levantaran de la mesa de negociación salarial y señaló a la ministra de Trabajo por su «injerencia» en el proceso.

Críticas a Yolanda Díaz

El martes, la CEOE también volvió a recordar que subir salarios podría generar mayor presión sobre la inflación. «Resulta especialmente relevante evitar un escenario en el que los aumentos de los precios y salarios se retroalimenten entre sí, para no producir efectos de segunda ronda que nos lleven a una espiral inflacionista». Para la patronal hay que tener en cuenta que gran parte del incremento de precios que se observa en muchos componentes del IPC obedece a factores externos a la economía española, como las consecuencias del conflicto bélico y los problemas de suministro. 

Además, creen que la debilidad del euro es un factor adicional que encarece los bienes importados. La patronal indicó también que la prolongación de la guerra de Ucrania y las sanciones económicas impuestas a Rusia pueden seguir condicionando la evolución de los precios de algunas materias primas, entre otras, gas, petróleo, cereales o aceites, que a su vez repercuten sobre la composición del precio de otros muchos productos.

Este diario ya advirtió hace una semana que Sánchez utilizará electoralmente su guerra contra el Ibex para situar a su Gobierno como «defensores» de la ciudadanía ante los «abusos» de la gran empresa. Antes del verano ya se comenzó a vislumbrar la guerra contra las grandes corporaciones al anunciar un impuesto a la banca y a las eléctricas -que esta semana ha superado su primer trámite en el Congreso- y las cosas se han ido torciendo con cada declaración del presidente de Gobierno y su equipo, poniendo en la diana a los empresarios.

«Este Gobierno va a tratar siempre de proteger a la clase media trabajadora», dijo Sánchez la semana pasada. «La idea es que haya justicia fiscal, un reparto equitativo de las consecuencias de la guerra de Putin», dijo en el marco de una política económica de «rebajas fiscales selectivas». Una fractura que contrasta con la realidad de hace solo un año, en la que el propio Sánchez disfrutaba de una inédita complicidad con las grandes empresas.

El Ibex y el PP

Efectivamente, este impuesto a la banca y a las energéticas es la gota que ha colmado el vaso y ha obligado al Ibex a mover ficha. Los equipos legales de la banca buscan fórmulas para recurrir el impuesto del 4,8% al margen de sus intereses y comisiones. En el sector se considera que este impuesto a los beneficios extraordinarios es «inconstitucional» y probablemente se recurra a Bruselas. Un camino que están dispuestos a recorrer otras empresas y sectores si es que se les aplican gravámenes similares.

No se trata de un posicionamiento político, dicen las empresas consultadas, sino que simplemente una legítima defensa de los intereses del Ibex. Las grandes corporaciones españolas creen que la actual deriva del Gobierno perjudica el crecimiento y a mediano y largo plazo nos puede poner a la cola de Europa en la recuperación posterior a la guerra en Ucrania, con medidas populistas y contrarias a la inversión que pueden generar mayor inflación y un freno en una actividad económica ahogada por el alza en los precios de los combustibles, la energía y las materias primas.

Así se entiende el mayor acercamiento a los postulados del PP por parte del Ibex. Este diario ya contó antes del verano que las grandes empresas habían pedido a Feijóo un mayor protagonismo económico, algo que se ha concretado esta semana con la presentación de la propuesta energética de los populares. Nuevamente, en el Ibex no se posicionan políticamente, pero consideran que las propuestas del PP pueden ayudar a que la economía española capee mejor el temporal económico que se avecina en otoño y que puede generar caídas del PIB en 2023.

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