THE OBJECTIVE
Leopoldo Abadia

¡A desobedecer!

Al Bashir vuelve feliz. Se ha escapado. Ahora, a mandar otra vez. Pero, pienso yo, ¿por qué habrá que obedecer a lo que él mande? No será en nombre de la democracia, porque tengo la impresión de que a este tío, la democracia le importa más bien poco.

Opinión
Comentarios
¡A desobedecer!

Al Bashir vuelve feliz. Se ha escapado. Ahora, a mandar otra vez. Pero, pienso yo, ¿por qué habrá que obedecer a lo que él mande? No será en nombre de la democracia, porque tengo la impresión de que a este tío, la democracia le importa más bien poco.

Esto es Jauja. Aquí cada uno hace lo que quiere. 

¿Que un juez prohíbe que salga de Sudáfrica el Presidente de Sudán del Norte? Pues se le desobedece. ¿Que el juez seguía órdenes de la Corte Penal Internacional? Y a mí, ¡¿qué?!

Cada vez me está gustando más esto de hacer lo que nos da la gana. ¿Que en España el Constitucional dice que no es constitucional hacer lo que me apetece? Pues le ignoro. Y, además, le insulto. Y que no se pongan tontos los del Tribunal, que les organizo unas elecciones plebiscitarias. ¿Pasa algo o qué?

Según Tierno Galván, las promesas electorales se hacen para no cumplirlas. Dicen que lo dijo. Yo hice un viaje en avión con él y no se lo oí decir. Pero ahora, damos un paso más. Las leyes se hacen para saltárselas. Esto se pone cada día más divertido. 

Cuando yo era chaval, me gustó mucho una película  “Dodge, ciudad sin ley”. Allí también hacían todos lo que querían, hasta que algún sensato llamó a Errol Flynn, que vino a poner orden y a decir a los malos que, por mucho que chillasen, en una ciudad/autonomía/nación/entidad supranacional hay que hacer algún caso a alguna de las leyes que hacen que nuestro pueblo no sea Dodge.(Para esto, no hace falta que venga Errol. Basta con tener un poquico de sentido común y una cara no excesivamente dura).

Al Bashir vuelve feliz. Se ha escapado. Ahora, a mandar otra vez. Pero, pienso yo, ¿por qué habrá que obedecer a lo que él mande? No será en nombre de la democracia, porque tengo la impresión de que a este tío, la democracia le importa más bien poco. O sea, NADA.  

Viene vestido de paisano, pero, en cuanto llegue a su casa, se pondrá el uniforme, cogerá unas cuantas medallas, cuanto más grandes mejor, y hala, al despacho, que tengo que empezar a dar órdenes. Y ay del que no me obedezca.

Al pie de la escalerilla, unos cuantos imprudentes, que reciben con gran alegría al que les va a dar de bofetadas dentro de unos días. Contentísimos, porque otros imprudentes han soltado al jefe. Varios hacen fotos, como está mandado. Otro levanta un puño. Y Al Bashir levanta el bastón, como una premonición de lo que va a seguir haciendo en Sudán.

Una gozada.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D