Atreviéndonos a vivir

Es sangrante que el matrimonio homosexual no esté totalmente institucionalizado, que se vea mal que dos personas del mismo sexo sean pareja, se enamoren, se casen

 

No dejan de sorprenderme las noticias que leo o las cosas que veo. Siempre creemos que lo hemos vivido todo, aunque día tras día el mundo nos demuestra que aún nos queda mucho por lo que quedarnos con la boca abierta.

Hay dos formas de que esto ocurra. Una es con sucesos ‘nuevos’, que nunca habíamos visto o vivido; y otra es repitiendo los mismos errores y viendo los mismos casos una vez tras otra y sin poner remedio, simplemente porque «siempre ha sido así».

Este último caso es del que hoy voy a escribir. Vi la noticia en este fenomenal medio que es The Objective, y tuve un sentimiento de vergüenza y de indignación. Leía que en Estados Unidos, esta vez en Nueva Jersey, es noticia que se permita el matrimonio homosexual; en un estado más, y ya van catorce. Es algo sangrante que en la época en que vivimos sea noticia una cosa así. Pero es aun más sangrante que no esté totalmente institucionalizado, que no sea algo normal, que haya gente que lo vea mal, que haya gente con poder que lo prohíba y crea que es algo antinatural, algo raro, algo vergonzoso, que dos personas del mismo sexo sean pareja, se atraigan, se enamoren, se casen, etc.

Mucha gente que no está en contra, y que lo ve normal, tampoco hace nada. No sé si será el ‘miedo al qué dirán’, a las etiquetas, a perder sus puestos ‘de poder’ o a defraudar a alguien lo que les lleva a estar en el mismo lugar que los homófobos.

Vivimos en una época en la que cosas así deberían ser normales, y se debería castigar precisamente a los homófobos, a los machistas, a los racistas y a la gente que atenta contra las libertades de los demás.

Termino esta breve columna animando a la gente a que se sienta libre para realizar todo aquello que crea correcto, que crea que está en su derecho y que no se deje intimidar por los cerrados de mente que intentan imponer su criterio sin ningún respeto hacia los demás. Y también animar a la gente para que ayude a esos otros que no se atreven –en cualquier ámbito de nuestras vidas, no sólo en el tema que nos ocupa ahora– por el motivo que sea, y no les deja ser felices. Creo que es lo que hay que buscar en la vida.

Un saludo a todos y gracias en especial a The Objective por dejarme participar de esta iniciativa.

Feliz vida.