"Ay, mamá que será lo que tiene el negro"

Pagaría por saber en qué estaba pensando «Mariano el corto» cuando le hicieron esta foto.

Pagaría por saber en qué estaba pensando «Mariano el corto» cuando le hicieron esta foto. Estoy entre «¿se creerá Obama que España es un país del Primer mundo?» y «joder, en España un negro, como mucho, llega a deportista». 

Como española este encuentro me molesta. Éste y cualquier otro que tenga con alguien que no sea ciudadano español para hablar de cómo va el país. Como twittera me enfada profundamente. Desde el gobierno nos advierten que enaltecer la violencia será perseguido y castigado, pero a este señor aún no le han dado ningún toque. No sé a usted, lector, pero a mí me parece que el presidente, haciendo un discurso a través de un plasma a los periodistas sin posibilidad de réplica ni preguntas, llama más a la violencia que yo con el chiste «para ahorrar luz en el Congreso, lo mejor es que se auto ilumine prendiéndole fuego». A mí me parece que el confeti de Ana Mato podría provocar altercados violentos. Creo profundamente que el caso Noos nos conduce a desempolvar las guillotinas. Yo casi me arranco los ojos con el posado de Soraya Sáez de Santamaría para el magazine de El Mundo.

Pero los que provocamos somos nosotros, los que cambiamos bate por teclado, los que apagamos nuestra indignación en Twitter, los que sabemos que nadie nos toma en serio. Y seamos sinceros, si en algún momento tuviésemos la seguridad de que nos harán caso, ninguno usaría su Twitter para provocar una revolución; haríamos un crowdfunding que cubra nuestras necesidades. Vamos a pedir violencia cuando preferimos que nos paguen la hipoteca… ¡JA! 

Porque el español va a lo suyo y Mariano lo sabe. Por eso está con Obama, cara a cara, como nunca lo ha hecho con sus conciudadanos, los que lo querían y los que lo sufren… Me imagino qué está pensando Mariano en esa foto, «de aquí no me echan ni con Hemoal».