THE OBJECTIVE
Teresa Viejo

Binomios

La historia de unos cuernos es siempre un relato de tópicos. Cualquier escarnio ya ha sucedido antes. Años, décadas, siglos atrás. El infiel será engañado alguna vez y quien sufrió una infidelidad terminará cayendo en sus redes por más que reniegue.

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La historia de unos cuernos es siempre un relato de tópicos. Cualquier escarnio ya ha sucedido antes. Años, décadas, siglos atrás. El infiel será engañado alguna vez y quien sufrió una infidelidad terminará cayendo en sus redes por más que reniegue.

Infiel o desleal. He pensado en el chiste de repente; lo primero que me ha venido a la cabeza al imaginar la trastienda de una noticia estirada como un chicle, porque desde que se conoció no parece que nadie deje de mascarla. ¿Susto o muerte? Nada, aquí no se salva ninguno pues los dos hieren hasta dejar la autoestima del otro en carne viva. ¿O creen que en el binomio integrado por Hollande y Trierweiler hay víctima y villano? El hembrismo más ramplón nos condenaría a atacarle, a él, un cincuentón en crisis –diríamos recurriendo al manido cliché- antropológicamente infiel y cazador por naturaleza; en cambio si nos escoramos hacia la misoginia sostendríamos que ella es, a buen seguro, una marimandona controladora cuyo carácter condena a sus parejas a ser infieles. Para sobrevivirla, más que nada.

La historia de unos cuernos es siempre un relato de tópicos. Cualquier escarnio ya ha sucedido antes. Años, décadas, siglos atrás. El infiel será engañado alguna vez y quien sufrió una infidelidad terminará cayendo en sus redes por más que reniegue. Resulta tan humana como respirar. Lo es también la venganza, variando matices en función del grado de perversión y frialdad que macere el justiciero, pero estará inventada y el vengador o vengadora no hará sino reproducir el modus operandi de otros, convencido de que es el único en el mundo capaz de urdir tal punto de maquiavelismo. Somos ilusos.

Sin embargo, junto a la pulsión física existe una profunda deslealtad en la que a veces caen los infieles: compartir con el amante la intimidad que la/el “oficial” ha depositado en él o ella como un tesoro. Contar los secretos de la pareja a la nueva conquista es mayor infidelidad que mil cópulas. Y ahí la ex del presidente francés se los ha puesto en once idiomas.

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