THE OBJECTIVE
Melchor Miralles

Caminito de Jerez

La frase, que no me pareció afortunada, la pronunció un magistrado que no era de mi gusto en una causa que ocupó mucho escaparate, como esta de los independentistas catalanes. Vaya por delante que jamás me he alegrado del ingreso en prisión de nadie, pero me temo que esta vez, como tantas otras, voy a ser una excepción, porque tiene toda la pinta porque el vicepresidente del Gobierno catalán, Oriol Junqueras, y los ex consejeros Jordi Turull, Josep Rull, Meritxel Borràs, Raül Romeva, Carles Mundó, Dolors Bassa, y Joaquim Forn han ingresado ya en la trena después de que la fiscalía así lo haya solicitado este jueves para todos los investigados en la Audiencia Nacional por delitos de rebelión, sedición y malversación tras la declaración unilateral de independencia por parte del Parlament.

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Caminito de Jerez

Reuters

La frase, que no me pareció afortunada, la pronunció un magistrado que no era de mi gusto en una causa que ocupó mucho escaparate, como esta de los independentistas catalanes. Vaya por delante que jamás me he alegrado del ingreso en prisión de nadie, pero me temo que esta vez, como tantas otras, voy a ser una excepción, porque tiene toda la pinta porque el vicepresidente del Gobierno catalán, Oriol Junqueras, y los ex consejeros Jordi Turull, Josep Rull, Meritxel Borràs, Raül Romeva, Carles Mundó, Dolors Bassa, y Joaquim Forn han ingresado ya en la trena después de que la fiscalía así lo haya solicitado este jueves para todos los investigados en la Audiencia Nacional por delitos de rebelión, sedición y malversación tras la declaración unilateral de independencia por parte del Parlament. El juez autor de la frase que da título a este texto, que no tiene un pelo de tonto, se refería a la prisión del Puerto de Santamaría. Los independentistas catalanes han ingresado en Estremera, los hombres, y en Alcalá, las mujeres. En Soto Del Real permanecen los dos Jordis que recibieron tanta subvención pública sin haber sido elegidos por nadie para movilizar al personal para la independencia, y otros ilustres internos de diverso jaez e ideologías. Incluso un ex presidente del Barça. Vistos los antecedentes, los recién ingresados compartirán celda, porque no les aguanta el resto del personal carcelario porque resulta que dan la matraca todo el día con su sueño independentista, lo cual termina siendo una pesadilla para los colegas de chabolo, como para todos. Una segunda condena.

Mientras el ex presidente Puigdemont sigue de fuguista sin fronteras, emulando a el hombre que no fui del Caso Urquijo, pero por Europa, acompañado aún de algunos consejeros, para evitar el talego, cosa que comprendo, aunque a Puigdemont le esté dejando como la chata, impreso ya en los libros de historia en el capítulo de la infamia y la cobardía en lugar destacadísimo y difícilmente superable, sus colegas de aventura están ya presos por su mala cabeza y por empeñarse en delinquir, cosa que es poco recomendable si no se quiere pisar una celda.

Y Artur Mas, el padre de las criaturas, se va de rositas, y sigue comparándose con Mandela y Martin Luther King, con dos cojones. No se con quién se van a comparar estos ahora, aunque lo tienen a huevo en pleno Halloween. Puigdemont se la ha jugado a la poli y al CNI, pero sobre todo ha actuado de modo vergonzoso de cara a los ciudadanos catalanes, a los que ha generado una fractura social que tardará en curar, y a los que ha generado también pérdidas económicas irreparables, además de dilapidar las instituciones, que son de todos, y colocar a Cataluña en una situación más que difícil. A ver como termina este juego del escondite al que se ha entregado Puigdemont después de la farsa y a ver qué dicen ahora quienes le han seguido en ese camino a ninguna parte, en ese viaje a los infiernos.

Parece claro que delito de sedición han cometido, y también de malversación de caudales públicos, prevaricación y quizá usurpación de funciones. Otra cosa es la rebelión, que jurídicamente requiere de requisitos que es discutible que se hayan dado. Si la Fiscalía y la Audiencia Nacional dan un paso atrás con la cabeza puesta en las elecciones cometerán un grave error, pero lo apunto porque no sería la primera vez. Los ocho primeros no es que vayan caminito de Jerez, es que ya han llegado, pero quedan el jefe de la banda y su asistente de lujo Carmen Forcadell, presidenta del Parlamento catalán. El capitán se ha tirado del barco, lo cual no tiene un pase, y ha dejado a parte de la tripulación con el culo al aire. Ay Puigdemont, que bajo ha caído. Más bajo imposible. Que vergüenza para Cataluña.

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