Cataluña: no importa el quién sino el cómo

En las democracias parlamentarias cuenta el número de escaños. Así que las fuerzas independentistas han mantenido la mayoría y muy probablemente volverán a conformar Gobierno.

Esto sin embargo no altera el funcionamiento del Estado de Derecho y su separación de poderes. El camino de la justicia seguirá su lento pero inexorable curso. Y un aviso para navegantes: en las democracias no importa quién gobierne sino cómo. Es decir, ateniéndose a la ley. Te llames Puigdemont o Trump.

El nacionalismo ha perdido hace tiempo la batalla contra el principio de realidad. Su supuesta república es un ejemplo de ello. Pero hoy ha perdido también la batalla simbólica: no podrá hablar nunca más en nombre de los catalanes. La mayoría de ciudadanos de Cataluña han confiado su voto a una fuerza constitucionalista.

El procés sigue vivo, pero ahora pocos dudan de su desenlace.