THE OBJECTIVE
Ignacio Peyró

Comedias y elegías del tren

De las estaciones de hierro a las de titanio, se ha recauchutado hasta el costumbrismo

Opinión
Comentarios
Comedias y elegías del tren

De las estaciones de hierro a las de titanio, se ha recauchutado hasta el costumbrismo

Ahora que se han prohibido los móviles en los vagones, quién sabe si algún día no daremos un paso más en materia de civilización y podremos prendernos –como el Hans Castorp de La Montaña Mágica- un Maria Mancini para acompañar el viaje. Que no nos falte ahí una buena manta. Tiene su ironía que allá por el XIX los convoyes espantaran –ruido y fuego- a las vacas en los cuentos de Clarín y ahora un AVE sin traqueteo sirva para brizar el sueño de un bebé. En realidad, ha servido también para más cosas: para que la España supuestamente invertebrada tenga un esqueleto inamovible de acero y hormigón; para la autoestima de dejar atrás esa “locomotora nacional” que, en opinión de Richard Ford, eran los burros y las mulas.

Por supuesto, siempre habrá quien deplore –como Christopher Howse- que “el AVE va demasiado rápido” como para atrapar el perfil de un bandolero al cruzar Sierra Morena. Es la querencia por la novelería antigua de los trenes, desde el Barnabooth que siente por primera vez “toda la alegría de vivir en un compartimento del Nord Express” hasta el maquinista que cruza Castilla –según cantó Foxá- “cuando repican, frescas, las campanas / de las misas primeras”.

De las estaciones de hierro a las de titanio, el costumbrismo de una España ex-polvorienta también se ha recauchutado: si ya no hay mozas de cántaro en los andenes, al menos tenemos con nosotros a esos personajes de tupé rocoso que nos perdonan la vida desde la altura de su Coca Cola Zero. Es la comedia eterna de la vida. La literatura del tren, sin embargo, tendrá siempre un sedimento de elegía, siquiera sea porque hace muchos veranos todos fuimos aquel que se encaramaba al vagón “con equipaje ingenuo de cometas”.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D