THE OBJECTIVE
Susana Koska

Cuerpos como campos de batalla

El secuestro de casi 300 niñas de una escuela, cristiana, para más señas, por terroristas musulmanes, para más inri, es un saqueo más del cuerpo de las mujeres. Si son rescatadas, será un triunfo, eso es cierto. Pero quedarán cientos, miles, en peligro.

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El secuestro de casi 300 niñas de una escuela, cristiana, para más señas, por terroristas musulmanes, para más inri, es un saqueo más del cuerpo de las mujeres. Si son rescatadas, será un triunfo, eso es cierto. Pero quedarán cientos, miles, en peligro.

Lamentablemente, desde que este mundo es mundo y vaya mundo, las mujeres en países en guerra, tanto de guerra santa, étnica o económica son el puro campo de batalla. Los datos que manejan las organizaciones son espeluznantes; las mujeres son vendidas, casadas en contra de su voluntad siendo niñas, son explotadas, violadas, asesinadas, prostituidas. Algunas tienen suerte y trabajan como esclavas en fábricas con marca de alta y baja gama internacional y nacional. A veces son sepultadas por esas fábricas, otras, son secuestradas, engañadas, robadas de sus países de origen, no es nuevo, es así desde que el mundo es mundo y desde que los hombres luchan unos contra otros por la causa que sea.

Pero si la primera dama del mundo se pone un cartelito y pone morritos de “no las abandones”, el mundo le sigue fiel, a golpe de falso selfie. La campaña, abrumadora y sin duda necesaria tiene todos los colores del arco iris y ha dado la vuelta al mundo.

Parece indicar que si se quiere, se puede.

Claro que la causa de las niñas nigerianas es una causa justa, pero tiene un cierto olor a podrido, a oportunismo de salón, no me lo van a negar.

Nigeria está en la cabeza de lista de los países con mayor índice de ablación femenina, tampoco bajan del top five en tráfico sexual.

El secuestro de casi 300 niñas de una escuela, cristiana, para más señas, por terroristas musulmanes, para más inri, es un saqueo más del cuerpo de las mujeres.

No nos engañemos con falsos buenismos, con campañas enrolladas.

Si esas niñas son rescatadas, será un triunfo, eso es cierto. Pero no se engañen, quedarán cientos, miles, en peligro. Cada maldito día.

¿Vamos a seguir luchando por ellas también?

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