Ducado de Atenas y Condado de Barcelona

Pasar las humillaciones que han pasado tanto el gobierno griego en Europa como el gobierno catalán con el tema de la interconexión España-Francia, son innecesarios.

Ha pasado un mes escaso desde las elecciones griegas y el nuevo gobierno griego, después de prometer lo imposible a sus electores, ha tenido que dar marcha atrás y “donde dije digo, digo Diego”.

Creo que el ejemplo griego es un buen caso para que el ínclito Artur Mas, el testaferro de “Pujolandia S.A.”, sepa hasta dónde puede mentir a su electorado en el campo de las promesas imposibles.

Los griegos no sólo se han encontrado con alemanes reclamando su parte, sino también con holandeses, españoles, austríacos, etc. Todos les han pedido lo mismo. Primero haga sus deberes, acabe con ese estado fallido, acabe con la corrupción, presente una lista de reformas y veremos si les ayudamos. De rositas no se va nadie aquí…..

Los catalanes de momento, siguen avanzando en la dirección equivocada y el resto de los españoles, con el Gobierno central a la cabeza, nos estamos hartando de paciencia y de razones para cuando llegue el momento, exigirles a los catalanes hagan sus deberes para que les sigamos ayudando.

Pasar las humillaciones que han pasado tanto el gobierno griego en Europa como el gobierno catalán con el tema de la interconexión España-Francia, son innecesarios. Alguna lección sacarán de todo esto. Todo pueblo es soberano hasta que deja de serlo porque tiene una serie de compromisos y obligaciones que se adquieren con el tiempo y cumpliendo una serie de reglas del juego.

Si yo fuera Arturo Más, me sentaría con el gobierno griego para que le explique lo que se puede y no se puede hacer. El tortazo puede ser similar o mayor. Yaris no es Andreu, ni Artur Mas es Alexis. Cataluña y Grecia no siempre se han llevado bien, y ya va siendo hora de que aprendan de los errores ajenos.