THE OBJECTIVE
Pilar Cernuda

El centro derecha no acierta

«Aun así, con un presidente que se mueve en aguas tan turbias,  el centro derecha no levanta cabeza.  Casado se agarra a algunas encuestas que maneja,  pero como siga por el camino actual tenemos Sánchez para rato, y será Pablo Casado el responsable»

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El centro derecha no acierta

QUIQUE GARCIA | EFE

A principios de semana el presidente de la CEOE llamó a Pablo Casado para explicarle que si no se aprobaba el decreto ley sobre los fondos europeos, la situación para las empresas españolas sería gravísima. En muchos casos, irreversible. Los fondos no llegarán si el gobierno no acepta algunas de las condiciones que impone Bruselas, pero lo importante era aprobar el decreto para negociar  después  el control del reparto.

Garamendi pinchó en hueso: el PP y Ciudadanos votaron en contra, y Pedro Sánchez se salvó por los pelos gracias a la abstención de  Vox. No fue un despiste,  Iván Espinosa explicaba  a esta periodista que «lo analizamos en el comité de dirección y decidimos que había que abstenerse, no nos llamó nadie.  Sin los fondos no tenemos salida». La otra ayuda le llegó a Sánchez de la mano de  Bildu. Curioso. No pidió la de Vox porque no se habla con nadie del partido de Abascal, pero ningún presidente que salve la cara gracias a Bildu y Vox puede presumir de coherencia y rigor.

Aun así, con un presidente que se mueve en aguas tan turbias,  el centro derecha no levanta cabeza.  Casado se agarra a algunas encuestas que maneja,  pero como siga por el camino actual tenemos Sánchez para rato, y será Pablo Casado el responsable. Guste o no guste hay que votar  determinadas iniciativas, y guste o no guste hay que tomar determinadas decisiones que afectan a todos los españoles, en lugar de dedicar tanto tiempo a preparar los congresos regionales de manera que queden fuera de juego algunos que no son los suficientemente afines a Génova. La tentación de rodearse de afines, aunque no sean los mejores, nunca ha dado buen resultado.

Tampoco Inés Arrimadas acierta en los últimos tiempos, ya no se sabe cuándo sí y cuándo no va a apoyar al gobierno, y en Cataluña no hay día que no le recuerden que no hizo nada para presentar su candidatura después de ganar las últimas elecciones; ella  insiste en que no tenía ninguna posibilidad de ser investida presidenta, pero en política hay que dar un paso adelante aunque se pierda una votación. No se puede decepcionar a los militantes.

Que es lo que le puede pasar ahora a Vox, con gran parte de los militantes estupefactos con  la jugada de permitir una triunfo a Pedro Sánchez con la abstención.

Lo dicho, con una oposición así, las hijas de Sánchez se casan con su padre en La Moncloa.

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