THE OBJECTIVE
Irene Junquera

¿El perro más feo del mundo?

Donde mucha gente sólo ve un animal poco agradable a la vista, otros vemos un ser vivo que es capaz de hacer feliz a una persona. Porque las mascotas tienen esa capacidad, pueden hacernos despertar con una sonrisa, nos hacen compañía, siempre están a nuestro lado.

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¿El perro más feo del mundo?

Donde mucha gente sólo ve un animal poco agradable a la vista, otros vemos un ser vivo que es capaz de hacer feliz a una persona. Porque las mascotas tienen esa capacidad, pueden hacernos despertar con una sonrisa, nos hacen compañía, siempre están a nuestro lado.

El que tiene perro lo sabe: que no importa lo fea que sea tu mascota, tú la quieres con el alma. Lo abrazas y te lo comes a besos. Le rascas la barriga, te levantas a horas intempestivas para sacarle a pasear, te despiertas entre la noche al oírle llorar, gastas mucho dinero en la mejor comida, el mejor veterinario, una cama para que duerma…

Si no tienes perro seguramente no lo entiendas, quizá te rías, pero es así.

Ojos saltones, pelo alborotado, dientes protuberantes… y calvicies provocadas por quemaduras que sufrió siendo cachorro. Donde mucha gente sólo ve un animal poco agradable a la vista, otros vemos un ser vivo que es capaz de hacer feliz a una persona. Porque las mascotas tienen esa capacidad, pueden hacernos despertar con una sonrisa, nos hacen compañía, siempre están a nuestro lado, incondicionalmente. Si estás triste se acercan y te lamen, o te miran con ojos lastimeros, cuando estás feliz ellos saltan y corren a tu lado, si te sientes cansado se acurrucan en tus pies. Pura empatía. Ya lo dijo Fritz Von Unruch, poeta, novelista y dramaturgo alemán, «el perro es el único ser que te quiere más que tú mismo.»

Sé que algunos os escandalizáis cuando hablamos de los perros casi como si fueran personas, pero los sentimientos que provocan estos animales en nosotros son increíbles. Los llegamos a querer como un miembro más de nuestra familia. Nos gustan los bonitos, los feos, los gruñones, los risueños… no importa. Y ellos te quieren incluso cuando menos te lo mereces.

Así que ‘Peanut’, a sus dos añitos seguro que tiene quien le cuide, quien “le lama las heridas”, alguien a quien está haciendo feliz, por mucho que casi asuste por su aspecto. Yo le miro… y hasta le veo guapo.

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