ETA en las últimas, pero vivos
La Policía ha pillado un agujero de ETA al noroeste de París. Allí guardaban casi un centenar de armas y documentación importante sobre las intenciones de la banda, que nunca son buenas. Dicen los expertos que ETA pretendía utilizar el material incautado para escenificar una entrega negociada de armas con presencia de mediadores y prensa internacional. Pretenden los terroristas forzar un diálogo con el Gobierno español. O sea, que aunque en octubre de 2011, tras 43 años de actividad criminal y cerca de 900 asesinatos después, anunciaron el “cese definitivo de la actividad armada”, siguen ahí, en la últimas, agazapados, pero vivos.
La Policía ha pillado un agujero de ETA al noroeste de París. Allí guardaban casi un centenar de armas y documentación importante sobre las intenciones de la banda, que nunca son buenas. Dicen los expertos que ETA pretendía utilizar el material incautado para escenificar una entrega negociada de armas con presencia de mediadores y prensa internacional. Pretenden los terroristas forzar un diálogo con el Gobierno español. O sea, que aunque en octubre de 2011, tras 43 años de actividad criminal y cerca de 900 asesinatos después, anunciaron el “cese definitivo de la actividad armada”, siguen ahí, en la últimas, agazapados, pero vivos.
Jorge Fernández, el ministro torpe, no acierta ni encomendándose cada día a la Virgen. Loco por ocupar titulares, salió al minuto en la tele diciendo que España reconsideraría la política penitenciaria en el momento en que ETA anuncie su disolución como grupo terrorista. Cada respuesta a ETA es darle oxígeno. Reconocerle un papel. No necesitábamos al ministro corriendo a dar el cante. Está mejor callado.
ETA está escondida. Es verdad que sin cinco años sin muertos. Pero ojo a organizaciones como ETA. Hasta que no se han disuelto del todo, hasta que no se han quedado sin un arma ni un explosivo, son un peligro. Porque lo suyo es el asesinato, la bomba a saco, y en cualquier instante puede aparecer en escena. No lo pronostico, no lo veo probable, pero ojo que las armas las carga el diablo, y todavía tienen muchas. Armas y explosivos. Y nadie guarda ese material para montar un museo.
