Felipe VI y la retaguardia
En su discurso de Proclamación y junto a una rotunda apuesta en clave de regeneracionismo institucional, el Rey destacó de forma igualmente un futuro enfrentado al gran desafío de las nuevas tecnologías, la ciencia y la investigación.
En su discurso de Proclamación y junto a una rotunda apuesta en clave de regeneracionismo institucional, el Rey destacó de forma igualmente un futuro enfrentado al gran desafío de las nuevas tecnologías, la ciencia y la investigación.
En su discurso de Proclamación y junto a una rotunda apuesta en clave de regeneracionismo institucional, el Rey destacó de forma igualmente un futuro enfrentado “al gran desafío de las nuevas tecnologías, la ciencia y la investigación” a las que calificó como “las verdaderas energías creadoras de riqueza”.
No es preciso resaltar la importancia que estar en la vanguardia de la innovación, la capacidad creativa o la iniciativa emprendedora tienen en el mundo actual. Pero sí que el verdadero reto es hacerlo posible superando las valoraciones utilitaristas que olvidan que la persona es la verdadera unidad de medición del progreso y el bienestar.
Al innegable talento emprendedor español –cuyos destacados ejemplos en distintos sectores son por todos conocidos- le bastaría con que no se entorpeciese en exceso su labor para que sus éxitos fueran más patentes y sus casos más numerosos.
Pero hay otro desafío en la retaguardia, donde se sitúa la mayoría de la población, ya sea en torno a las tecnologías intermedias o a profesiones vocacionales claves (maestros, jueces, médicos, periodistas, etc.) que están en creciente grado de proletarización económica y social por una supuestamente escasa aportación de valor al sistema productivo.
Buena parte de los españoles de hoy desconocen la estrategia militar y su terminología. No así el nuevo Rey quien tiene en el ámbito castrense uno de los pilares fundamentales de su formación. Esto hace suponer que su apuesta por la vanguardia estará íntimamente unida a recuperar el valor de todas aquellas profesiones que no dejan de ser los cimientos de la misma: en renovar la intendencia que garantiza el funcionamiento de la primera línea de combate geoeconómico y tecnológico. En revitalizar a quienes hoy son ignorados por esa aparente falta de rentabilidad para el sistema, pero que resultan imprescindibles para mantenerlo.
