THE OBJECTIVE
Óscar Monsalvo

La broma

Ocurrió en Gerona. Unos turistas alemanes organizaron una performance, que viene a significar acto estúpido. Se trataba de simular una persecución: un famoso que intentaba huir de los paparazzi. Varias personas se unieron a la performance. Otras se fijaron en lo que los participantes llevaban en las manos. Palos de selfie, cámaras, trípodes. Gritos en alemán. «Creo que he visto una pistola». «He oído disparos». «Ataque terrorista». Estampida.

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La broma

Ocurrió en Gerona. Unos turistas alemanes organizaron una performance, que viene a significar acto estúpido. Se trataba de simular una persecución: un famoso que intentaba huir de los paparazzi. Varias personas se unieron a la performance. Otras se fijaron en lo que los participantes llevaban en las manos. Palos de selfie, cámaras, trípodes. Gritos en alemán. «Creo que he visto una pistola». «He oído disparos». «Ataque terrorista». Estampida.

Los de la broma corrían detrás del famoso simulado, y los que no habían entendido la broma comenzaron a correr en serio. Sin saber realmente por qué. Algunas personas sufrieron ataques de ansiedad, otras sufrieron magulladuras. Pudo haber sido peor.

Ocurrió en Barcelona. Durante la entrega de los Premios Nacionales de Cataluña, en 1996, Jordi Pujol decía que la presencia del castellano en Cataluña era ‘fruto de una violencia antigua’. También dijo, para tranquilizar, que eso no invalidaba los derechos de los castellanohablantes.

Después llegó la persecución que no cesa. El catalán se impone en los centros escolares y el castellano se elimina de los comercios. Los ciudadanos castellanohablantes que intentan hacer valer sus derechos se enfrentan a campañas de denuncias y acoso. Campañas contra los padres que prefieren que sus hijos estudien al menos unas horas en castellano, o contra los comerciantes que rotulan en el idioma común. Campañas contra «el vecino del segundo», ese que no cuelga la estelada del balcón. Y la campaña de la plataforma Llengua i República, en la que se dice -profundizando en esa ‘violencia antigua’ de Pujol- que el catalán está subordinado al castellano, y que la culpa es de los inmigrantes, que fueron utilizados como herramienta de ‘colonización lingüística’ por Franco.

Y de vuelta a Gerona. Allí se celebró, en agosto de 2013, la 1ª Universitat Nova Història, organizada por el instituto del mismo nombre. Este instituto sostiene que Cervantes era Shakespeare y que ambos eran Joan Miquel Sirvent, catalán de Valencia. Que Teresa de Jesús -Teresa de Ávila- era catalana. Que Cristóbal Colón era Joan Colom i Bertran, catalán, y que cuando descubrió América partió de… Gerona.

El evento estaba patrocinado por la Asamblea Nacional Catalana y por la Diputación de Gerona, y el alcalde de la ciudad participó en una mesa redonda.

El alcalde de Gerona era Carles Puigdemont, que hoy preside la Generalidad de Cataluña. Y la presidenta de la Asamblea Nacional Catalana era Carme Forcadell, que hoy preside el Parlamento de Cataluña.

Unos políticos catalanes organizaron una performance, muchos se unieron a la bandera y algunos siguen sin entender que, a pesar de las risas, no se trata una broma.

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