La búsqueda del tesoro
Hidden Cash es el curioso juego creado por un millonario que esconde dinero en diferentes lugares y da pistas a través de Twitter para encontrarlo. Lo que siempre se ha llamado la búsqueda del tesoro, vamos.
Hidden Cash es el curioso juego creado por un millonario que esconde dinero en diferentes lugares y da pistas a través de Twitter para encontrarlo. Lo que siempre se ha llamado la búsqueda del tesoro, vamos.
Hidden Cash es el curioso juego creado por un millonario que esconde dinero en diferentes lugares y da pistas a través de Twitter para encontrarlo. Lo que siempre se ha llamado la búsqueda del tesoro, vamos.
La iniciativa, que nació en mayo de 2013 en California, es obra del inversionista Jason Buzi cuya cuenta de Twitter tiene en estos momentos más de medio millón de followers y anima a los afortunados a publicar fotos con sus premios (casi siempre billetes de 50 dólares).
Parece que lo que mueve al magnate es pura filantropía. Buzi no oculta las razones de su idea: «Más que nada es una manera de que la gente se una y lo pase bien; a veces uno ve a gente para las que, incluso 100 o 200 dólares hacen la diferencia en sus vidas».
Sin duda, estamos ante un movimiento que no deja de ser una cuidada estrategia de marketing callejero que no tardará mucho en adaptar alguna gran marca comercial. Quizá alguien ya esté escribiendo un guión en Hollywood para hacer una serie o incluso una película. No olvidemos que el mensaje de “pobre se hace millonario” suele ser una fórmula que siempre ha funcionado. Sino pregúntenselo al millonario Danny Boyle, director de Slumdog Millionaire.
Este jueves volveré a acudir al Cannes Lions Festival, el mayor escaparate mundial de la creatividad publicitaria. Allí compiten las mejores campañas (anuncios en prensa, radio, TV, internet, etc) para hacerse con una estatuilla con forma de León. Estoy convencido de que volveré a ver a más de un creativo tirarse de los pelos por no haber sido el creador de “un” Hidden Cash para sus marcas.
Creo que necesitamos más iniciativas como la de Buzi, aunque sería bueno que este personaje no convirtiera en un juego algo tan dramático como la miseria ajena. El riesgo siempre está ahí, pero a nadie le amarga un dulce.
Cuando llegue a España no quiero pensar la que se puede liar…
