La democracia reinventada de Podemos
El socialismo como alternativa al capitalismo ha parido un nuevo hijo. La etapa Podemos no es un hecho aislado en el mundo, ya la lucha del socialismo en el mundo no es exclusivamente un asunto de obreros y dueños de los medios de producción
El socialismo como alternativa al capitalismo ha parido un nuevo hijo. La etapa Podemos no es un hecho aislado en el mundo, ya la lucha del socialismo en el mundo no es exclusivamente un asunto de obreros y dueños de los medios de producción
El socialismo como alternativa al capitalismo ha parido un nuevo hijo. La etapa Podemos no es un hecho aislado en el mundo, ya la lucha del socialismo en el mundo no es exclusivamente un asunto de obreros y dueños de los medios de producción, la lucha de clases hoy gira en torno a los indignados versus los especuladores financieros, hoy la lucha es entre la comunidad gay y los legisladores retrógradas que se niegan a reconocer las lucha por la igualdad de derechos, hoy la lucha es entre la mujer maltratada y el hombre maltratador, hoy la lucha es no sólo por leyes igualitarias para los afrodescendientes, sino un problema de dignidad y calidad de la justicia.
Podemos, hijos de los indignados, del 15M, de la Puerta del Sol, es hijo también de la revolución bolivariana, de aquella revolución liderada por un militar, humanista y de izquierda, cosa impensable unos pocos años antes en América Latina.
Pablo iglesias y Juan Carlos Monedero, el segundo más que el primero, compartieron años en la génesis de una gestión pública revolucionaria que después de una victoria emocional y un golpe revertido popularmente, se trazó la tarea de transformar las bases de un Estado con profundas convicciones capitalistas en el marco de una economía rentista, y aunque esto no se logró, el aprendizaje quedó.
Hoy Pablo y Juan Carlos se fueron con varias lecciones para su patria monárquica, aquella que otrora colonizo a Venezuela. Se fueron con la tarea hecha de aprender de una excolonia, lo que hoy los pueblos reclaman, y se fueron con las herramientas para comprender aún más lo que su propio pueblo reclama.
Absolutamente perfectible, la experiencia venezolana, sumada a la revolución bolivariana continental: Bolivia y Ecuador, teniendo como referente ético a Cuba, y con experiencias claramente de izquierda en Brasil, Argentina, Uruguay, Chile, Honduras, Paraguay y en menor medida en Perú, generó un alerta al sistema, ya que los pueblos reaccionaron ante el brutal embate del neoliberalismo y del neocolonialismo explotador de los pueblos hispanos, para beneficio de trasnacionales que poco o nada dejaban a nuestras sociedades, más que transculturización y dependencia.
Hoy la situación es muy distinta, pero el proceso político y social sigue despertándose, en Grecia con Syriza, en España con Podemos, y en Venezuela, la génesis de este nuevo período a pesar de la etapa de decadencia de una dirección agotada, se empieza a vivir un proceso crítico de actualización de la lucha de izquierda.
Es Podemos hoy el referente de actualización de las luchas de todos los pueblos, es la esperanza de “reinventar la democracia» y acabar con el “despotismo ilustrado del 78″, y no es un mero eufemismo, hoy las sociedades más débiles, aquellas que se han debatido entre la modernidad y el subdesarrollo, desean un destino propio, y acumulan experiencias para no fallar. Podemos no será una alternativa perfecta, pero es nuestra experiencia desde y por la izquierda.
