THE OBJECTIVE
Marta Garcia Aller

La música, las vacas y el frigorífico

Vivimos en un horror vacui sonoro. Decía Paul Virilio que en la sociedad contemporánea vivimos el miedo a la soledad como miedo al silencio. Y para no sentirnos solos nos vamos con la música a todas partes.

Opinión
Comentarios
La música, las vacas y el frigorífico

Vivimos en un horror vacui sonoro. Decía Paul Virilio que en la sociedad contemporánea vivimos el miedo a la soledad como miedo al silencio. Y para no sentirnos solos nos vamos con la música a todas partes.

Vivimos en un horror vacui sonoro. Decía Paul Virilio que en la sociedad contemporánea vivimos el miedo a la soledad como miedo al silencio. Y para no sentirnos solos nos vamos con la música a todas partes.

¿Cuánto rato al día pasamos en silencio? Ya no digo sin hablar. Digo sin radio, ni cascos, ni tele, ni móvil, ni camión de la basura, ni perros, ni claxon, ni frases sueltas de la mesa de al lado que robamos como que no quiere la cosa.

Una de las sensaciones más desconcertantes de pasarse las vacaciones en un pueblo de montaña con más vacas que habitantes es reencontrarse con el silencio. Menos mal que de vez en cuando arranca el frigorífico para descansar de tanta paz.

¿Qué pasaría si en las salas de espera del dentista atronara este silencio en vez de un taimado hilo musical? Seguramente le daríamos tantas vueltas al empaste que saldríamos corriendo.

Ya antes de que la música fuera portátil las autoridades pertinentes sabían evitar que el silencio, que lo carga el diablo, cayera en las manos equivocadas. Es mejor que os aseguréis de que las mujeres estén cantando o rezando mientras cosen, explicaba un obispo francés en sus escritos allá por el siglo XIX, sobre todo cuando se juntan entre ellas, para evitarles la tentación de hablar demasiado. O, lo que es peor, de pararse a pensar en lo que no deben.

Lo malo es que con los años he dejado de creer hasta en las conspiraciones. Con lo cómodo que era tener a mano un obispo decimonónico al que echarle las culpas. Tampoco tengo claro si la ubicuidad sonora es buena o mala. ¿Es por la escasez de ratos en silencio que no tenemos más ideas o es por la falta de estas que siempre le damos al play?

Uy, ha vuelto a encenderse el frigorífico.

Me voy a ver un rato a las vacas a ver si me mugen un poco.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D