THE OBJECTIVE
Jesus H. Cifuentes

La parte por el todo

Y de nuevo la majadería absoluta campando por sus fueros. Y como suele ser habitual en EEUU, de la orilla de los republicanos: el brazo extendido de la continuidad en la demencia que viene de la mano de Reagan, la saga Bush, y el nuevo candidato en ciernes, Donald Trump.

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La parte por el todo

Y de nuevo la majadería absoluta campando por sus fueros. Y como suele ser habitual en EEUU, de la orilla de los republicanos: el brazo extendido de la continuidad en la demencia que viene de la mano de Reagan, la saga Bush, y el nuevo candidato en ciernes, Donald Trump.

Ahora, a este acaudalado y demente candidato, no se le ha ocurrido otra idea más brillante que el que se suspenda temporalmente, pero de manera “total y completa” la entrada de inmigrantes musulmanes al país. El magnate hizo su propuesta en un comunicado pocos días después del tiroteo que acabó con la vida de 14 personas en San Bernardino (California), considerado por el Gobierno como un acto de terrorismo.

Por suerte parece que ya ha encontrado detractores en sus propias filas de partido, lo que da muestra de que algún poso de cordura todavía nos queda ante la intolerancia radical que estos días se ha incrementado en occidente.

La excusa occidental siempre está ciega y carente de memoria. Los sangrientos y lamentables atentados de las torres gemelas, los de Atocha y ahora los de París, hacen que la masa social, habitualmente desinformada o despreocupada por el criterio racional, echen la culpa de hechos como estos de una manera hirviente sobre los sospechosos, de la misma manera que antaño la gente enardecida jaleaba la quema de una bruja en la plaza pública, y tomando “la parte por el todo”, la sociedad en conjunto mira con recelo al mundo musulmán, con el que hemos convivido desde tiempos inmemoriales.

Nadie recuerda o pone énfasis sobre que occidente es el primero que ha lanzado la piedra en esta beligerancia que no tiene otro interés distinto a la voracidad del capitalismo de esta orilla, por aposentar su garra sobre los recursos energéticos de aquella otra. Y todo queda “camuflado ”por las agresiones terroristas o las “armas de destrucción masiva” que luego no existen, para ejercer el derecho de pernada sobre sus territorios y bombardear sin piedad sus ciudades hasta convertirlas en polvo, asesinando “justificadamente” a masas ingentes de civiles.

En la Biblia dice que si alguien te abofetea les ofrezcas la otra mejilla, cosa que no hace ni dios. En el mundo musulmán no parece que se recoja esta estupidez.

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