THE OBJECTIVE
Fernando Garcia Iglesias

La segunda muerte del socialismo

Tras la caída del Muro de Berlín, creímos ver morir al socialismo. Sus fracasos económicos y sociales se hicieron visibles para el mundo, incluso para aquellos que estaban cegados por la ideología. Pero al muerto nunca se le enterró, y mientras China y otros países comunistas de Asia se acercaban a una economía de mercado, fue Latinoamerica quien quiso resucitarlo.

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La segunda muerte del socialismo

Tras la caída del Muro de Berlín, creímos ver morir al socialismo. Sus fracasos económicos y sociales se hicieron visibles para el mundo, incluso para aquellos que estaban cegados por la ideología. Pero al muerto nunca se le enterró, y mientras China y otros países comunistas de Asia se acercaban a una economía de mercado, fue Latinoamerica quien quiso resucitarlo.

Tras la caída del Muro de Berlín, creímos ver morir al socialismo. Sus fracasos económicos y sociales se hicieron visibles para el mundo, incluso para aquellos que estaban cegados por la ideología. Pero al muerto nunca se le enterró, y mientras China y otros países comunistas de Asia se acercaban a una economía de mercado, fue Latinoamerica quien quiso resucitarlo. En el Foro de Sao Paulo se refundó el socialismo, se dejó la lucha armada del marxismo clásico y se tomaron las ideas de Gramsci de dominar primero la cultura. El pensamiento de Paulo Freire con su ‘Pedagogía del oprimido’ y de Ernesto Laclau fueron la base del resurgir de las ideas comunistas que han embadurnado la política sudamericana de la última década. Con Chávez primero y Maduro después, en Venezuela, Correa en Ecuador, Evo Morales en Bolivia, el populismo brasileño de Dilma, el sandinista Daniel Ortega gobernando en Nicaragua y los Kirchner con más de una década en el poder en Argentina, el socialismo se hizo fuerte en Latinoamérica.

Sin embargo, con la situación trágica, en caída libre, de Venezuela, las dificultades económicas por las que pasan los gobiernos populistas de América Latina y la más que probable salida del kirchnerismo de la Casa Rosada en Buenos Aires, de nuevo el socialismo, pocos años después de su renacer, se vuelve a tambalear. Sus cimientos ideológicos y teóricos son una y otra vez zarandeados por la realidad que no entiende de economías planificadas ni de lucha de clases. Si en la segunda vuelta de las elecciones argentinas Mauricio Macri se hace con el poder, puede llegar a ser la estocada final a un socialismo moribundo en todo el continente. 

Paradójicamente, cuando vemos acercarse el fin del populismo socialista en varios países de Sudamérica, las mismas ideas se pasean ahora por España, por Grecia, incluso por el nuevo laborismo inglés, y volverán a resucitar al muerto en vez de enterrarlo de una vez por todas. La utopía del socialismo del siglo XXI del foro de Sao Paulo fue la tragedia de un continente, solo cabe esperar que sus virulentas ideas no acaben infectando a otro. 

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