THE OBJECTIVE
Carlos D. Lacaci

Morir de ego

Algo no marcha bien en las sociedades actuales. Hay algunos hechos que nos deberían llevar a reflexionar sobre el modelo y los patrones de conducta tan peligrosos que siguen muchos jóvenes y no tan jóvenes.

Opinión
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Algo no marcha bien en las sociedades actuales. Hay algunos hechos que nos deberían llevar a reflexionar sobre el modelo y los patrones de conducta tan peligrosos que siguen muchos jóvenes y no tan jóvenes.

Algo no marcha bien en las sociedades actuales. Hay algunos hechos que nos deberían llevar a reflexionar sobre el modelo y los patrones de conducta tan peligrosos que siguen muchos jóvenes y no tan jóvenes.

Cada año, sobre todo al llegar la temporada de verano, asistimos, por ejemplo, a un ritual particular. El turismo del todo vale, de las borracheras, de los destrozos en comercios y hoteles, de las obscenidades y exhibiciones públicas.

Dentro de esta peculiar forma de diversión, encontramos también a chicas jóvenes en actitudes tan desinhibidas, que son capaces de realizar felaciones a varios chicos en una misma noche, a cambio de colmar sus apetencias para ingerir más y más alcohol. En otras ocasiones el modo de entretenimiento de los chicos pasa por lanzarse desde el balcón de algún hotel para caer dentro de la piscina. No siempre lo consiguen, en ocasiones mueren. Esta especie de atracción improvisada se conoce con el nombre de “balconing”

Ahora, la penúltima modalidad de diversión de algunos, se encuentra bajo el nombre originario de otro anglicismo: selfie que, aunque en idioma español no es otra cosa que hacer un autorretrato con una cámara de fotos, sin embargo puede representar todo un simbolismo de esas conductas patológicas de nuestra sociedad en la actualidad.

El hecho de que alguien se haga una autofoto no debería, en principio, suponer ninguna conducta peligrosa por sí misma. Casi todos, en alguna ocasión, nos habremos hecho uno de estos selfies, ahora tan de moda. El problema llega cuando alguien es capaz de poner en riesgo su propia vida por realizar este tipo de fotos.

La pasada semana, por ejemplo, este joven ruso ha muerto al caer desde un tejado cuando intentaba hacerse un autorretrato. Estaba obsesionado con publicar selfies extremos y en su cuenta de Facebook se le podía ver con decenas de fotos en situaciones peligrosas.

Además de lamentar la muerte de este joven, debería servirnos para reflexionar sobre el patrón de conducta a seguir. Hay muchas y diferentes maneras de vivir, casi tantas como de morir.

Morir de ego es una de las maneras más estúpidas de dejar de vivir. Pensémoslo.

 

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