THE OBJECTIVE
Pepe Begines

¡No me digan que no saben!

Hace falta que de una vez por todas nos demos cuenta que la única manera que existe de acabar con estas colas del hambre que muestra la foto es dedicar todo el dinero y esfuerzos de la humanidad en enseñar a pescar.

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¡No me digan que no saben!

Hace falta que de una vez por todas nos demos cuenta que la única manera que existe de acabar con estas colas del hambre que muestra la foto es dedicar todo el dinero y esfuerzos de la humanidad en enseñar a pescar.

Esta semana se cumple el primer centenario del comienzo de la primera guerra mundial. Después, por si fuera poco, se nos vino la segunda y al parecer se evitó, in extremis, una tercera y seguramente definitiva guerra nuclear.

Cuando finalizó la segunda de estas catástrofes humanitarias con la caída del ejercito alemán y japonés, hubo que adoptar medidas contundentes para levantar a estos pueblos devastados por la apisonadora bélica y en los que lo primordial era alimentar y dar cobijo a la población. En poco tiempo tanto Alemania, como Japón, se vieron envueltos en un proceso de regeneración. Digamos que básicamente había que seguir la teoría que aplica esa frase de las sagradas escrituras que dice: si quieres que un pobre no pase hambre, no le des un pez, enséñalo a pescar.

Recuerdo que el Rokero Sevillano “Silvio” comentaba con cierto asombro cuando llegó a la recién levantada Germania en los sesenta:-Una posguerra en Alemania… no es lo mismo que una posguerra en España-. Y es que habiendo terminado años antes la guerra civil española que la que echó abajo el país centroeuropeo, este había resurgido de sus cenizas casi en tiempo record mientras que España todavía olía a chamusquina.

Para mí, la razón principal de este saneamiento fue la prohibición durante cuarenta años a los dos grandes perdedores de la contienda en gastar ni un solo céntimo en armamento. Evidentemente guerra, armas y hambre son tres palabras que siguen conviviendo entre sí. Así que ¡no me digan que no saben! Hace falta que de una vez por todas nos demos cuenta que la única manera que existe de acabar con estas colas del hambre que muestra la foto es dedicar todo el dinero y esfuerzos de la humanidad en enseñar a pescar.

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