THE OBJECTIVE
Juanjo de la Iglesia

¿Otra víctima de la ciencia oficial?

¿Y si el excandidato era un fan del eximio Txumari Alfaro –cuya fama seguramente no conoce fronteras-, o de cualquier apóstol de la orina, entendida como Bálsamo de Fierabrás?

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¿Otra víctima de la ciencia oficial?

¿Y si el excandidato era un fan del eximio Txumari Alfaro –cuya fama seguramente no conoce fronteras-, o de cualquier apóstol de la orina, entendida como Bálsamo de Fierabrás?

Vean a Jerry Bance, candidato al Parlamento canadiense, haciendo pis en una taza (la taza era de café y además no era suya), en un momento de descanso de su actividad (extraparlamentaria) como reparador de aparatos electrodomésticos a domicilio. El precio de la micción ha sido alto: Jerry Bance ha sido expulsado del partido conservador, al que pertenecía. 

La grabación la realizó uno de esos programas de cámara oculta, tan orwellianos. En él se muestran las cosas que hacen los operarios de reparaciones cuando creen que no hay nadie mirando. Parece que ahora se prepara un nuevo programa, en el que se podrá ver qué hacían con las manos los propietarios de los domicilios en que se grababan los vídeos, cuando creían que nadie les miraba mientras filmaban a los operarios. Y así hasta el infinito. Se prevé un pelotazo de audiencia.

En todo caso, yo quiero romper una lanza por el incontinente Bance, que ha sido condenado al ostracismo sin más pruebas que este vídeo, en el que tampoco se ve con demasiado detalle lo que ocurre…  ¿Y si el excandidato era un fan del eximio Txumari Alfaro –cuya fama seguramente no conoce fronteras-, o de cualquier apóstol de la orina, entendida como Bálsamo de Fierabrás?

Quizá el proscrito Bance no estaba haciendo otra cosa que prepararse un saludable piscolabis de media mañana, cuando fue sorprendido por las cámaras. O se disponía a tomar su remedio para la conjuntivitis, a la vez que blanqueaba sus dientes. Pero los prejuicios son árboles que no nos dejan ver el bosque, y los dueños de la casa, y de la taza, ofuscados, han preferido pensar que el tal Bance era un cerdo común, que ha adquirido la costumbre de mearse en tazas ajenas cuando cree que nadie le mira.Probablemente, una víctima más de la ciencia oficial.

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