Un joven Papa para ateos viejunos
Ferran Caballero

Un joven Papa para ateos viejunos

En una de las mejores escenas de Seinfeld, Jerry se presenta en la iglesia para hablar con el párroco sobre su dentista, porque sospecha que se ha hecho judío simplemente por los chistes. “¿Y eso te ofende como judío?”, le pregunta el párroco. “No. Me ofende como cómico”.

Por un beso
Gonzalo Gragera

Por un beso

El jueves de la pasada semana fue el Día Internacional del Beso. Aunque mantengamos, firmes en nuestra sospecha sobre el mundo de hoy, que esto de los días internacionales es un santoral laico repleto de cursiladas, acaso demasiado ingenuas, por tanto prescindibles, este día en concreto levanta ternura y debilidades a los que somos esquivos y distantes. No obstante, besos en la historia los ha habido de todo tipo y condición. No hay que irse demasiado lejos. Esta pasada semana tuvimos un ejemplo: el beso de Judas. Beso de traidor. De una traición que, para la historia de la humanidad, cambió el curso de todo lo que estaba por venir. ¿Qué hubiese sido del humanismo y de la dignidad de la persona, del concepto del ser del individuo –en hombres y en dioses- sin ese beso del amigo fariseo y vendido por treinta monedas? Y es que los besos son eso, perdón por el ripio: revoluciones, cambios, transformaciones, ¡terremotos emocionales!, si nos dejamos llevar por ese horror llamado sentimentalidad.

Melchor Miralles

La ciénaga del PP y las amenazas a las “zorras”

Siempre es el penúltimo capítulo. Queda mucha porquería por salir a flote, pero los desagües del asunto del Canal de Isabel II, la detención de Ignacio González y algunos de los suyos, evidencia el grado de indecencia que anida en buena parte de la dirigencia popular instalada en el poder al abrigo de José María Aznar y Esperanza Aguirre, y abre la espita a una derivada hasta ahora inexplorada, pero que puede ser un filón: el papel de algunos medios de comunicación que se la vienen mamando al PP desde hace años con entusiasmo digno de mejor causa.

Las mentiras de la razón
Ricardo Dudda

Las mentiras de la razón

A nadie puede sorprenderle excesivamente que Marhuenda haya inventado noticias para beneficiar a un amigo implicado en un caso de corrupción. El director de La Razón ha sido imputado junto al presidente del periódico por intentar limpiar la imagen de Edmundo Rodríguez, consejero delegado de la empresa editora de La Razón. Rodríguez está implicado en la Operación Lezo de corrupción en el Canal de Isabel II. Marhuenda presionó al gobierno de Cifuentes e incluso elaboró noticias falsas para que la presidenta de la Comunidad de Madrid no tirara de la manta en el caso.

Podemos o la política como pasatiempo
Aurora Nacarino-Brabo

Podemos o la política como pasatiempo

Animados por la pasión deambulatoria y motorizada que inagurara Hazte Oír, Podemos ha decidido iniciar una andadura política sobre ruedas a bordo de un autobús. Puede parecer la sinopsis de algún programa de telerrealidad de poca audiencia, pero lo cierto es que esa es exactamente la última ocurrencia del partido que dirige Pablo Iglesias.

De profundis
Gregorio Luri

De profundis

Aquel mayo de 1984 mi hermana y mi cuñado vinieron a pasar unos días a nuestra casa, cerca de Barcelona. La tarde del 27 dimos un largo paseo por la sierra litoral y regresamos a casa al atardecer satisfechos, agotados y hambrientos.

Juego de tronos
Enrique García-Máiquez

Juego de tronos

Hace tres o cuatro años, el presidente de mi periódico me aconsejó ver Juego de tronos para entender a Podemos. Como soy humilde y jerárquico, me metí la serie entre pecho y espalda a contrarreloj con sentimientos contrapuestos, ideas contrariadas y juicios contrarios, y aquí sigo, encima, esperando la próxima temporada, contradictorio. Tras pasar por el trance, he notado que ahora la opinión política, en general, y los de Podemos, en particular, han parado en seco de hablar de Juego de tronos. ¡Vaya por Dios! No se sabe ni si Felipe VI ha visto la serie que le regaló Iglesias.

Ignacio Vidal-Folch

Momias a destajo

En el fabuloso museo egipcio de El Cairo lo primero que se encuentra el visitante es una sala con las momias de Tutmosis II, Tutmosis III, Tutmosis IV y una docena de faraones que vivieron hace miles de años y que ahora yacen en un círculo, expuestos a la mirada de los visitantes.

Qué mono
José Antonio Montano

Qué mono

Con la última monada de Pablo Iglesias, ese ‘tramabús’ de horrendo nombre, seguro que los poderosos de este país han encargado más cajas de champán del caro.