Papa: Misericordia sin resolución
Sin duda la solicitud del Papa Francisco, de acoger en cada parroquia católica una familia de refugiados va en consonancia con la exigencia opinática de estos tiempos.
Sin duda la solicitud del Papa Francisco, de acoger en cada parroquia católica una familia de refugiados va en consonancia con la exigencia opinática de estos tiempos.
Sin duda la solicitud del Papa Francisco, de acoger en cada parroquia católica una familia de refugiados va en consonancia con la exigencia opinática de estos tiempos. El asunto de los refugiados, los que han sido desplazados por la pobreza que se produce por guerras provocadas e inducidas por intereses trasnacionales sobre territorios geopolíticamente estratégicos, con financiamiento de gobiernos extranjeros, o de territorios que han sido despreciados e ignorados por décadas, habla claramente de la sintomatología de un neocolonialismo miserable.
De manera irónica, el viejo colonialismo se hacía cargo de los territorios colonizados, pero hoy el neocolonialismo le huye a la responsabilidad territorial y de la gente que los ocupa, no invade, extrae, explota y desecha, mientras a su paso lo que deja no es esclavitud y dependencia, sino muerte, exterminio y absoluta destrucción.
El Papa en este sentido apunta su contribución en resolver la consecuencia, pero ¿No tendrá Francisco la capacidad de atender las causas? Exigir detener las políticas ingerencistas europeas, el financiamiento norteamericano, los tentáculos israelíes, podría sin duda ser una agenda relevante del Papa aprovechando este sentido de solidaridad y misericordia que se aboca a demostrar permanentemente.
Yo en lo personal le pediría algo adicional. Habiendo estado un par de oportunidades en la iglesia de San Pedro en el Vaticano, no sólo sorprende la cantidad de oro que contiene tan santo lugar. En especial la bóveda que da entrada al templo y que los guías al entrar dicen con mucho orgullo que fue traído (robado) de «las índias». Como latinoamericano, igual que usted Papa, y en sano reclamo de nuestra propiedad histórica, por lo menos lo que me corresponde que me devuelven por el saqueo a nuestras tierras en el viejo colonialismo, hoy lo dono a las víctimas del neocolonialismo ¿Usted haría lo mismo?, le exijo que por lo menos mi parte se disponga para solucionar las consecuencias mientras usted nos ayuda con las causas.
