THE OBJECTIVE
Pilar Cernuda

Seamos serios, que el asunto es serio

Mucha frivolidad se advierte estos días en los que nos jugamos algo tan serio como el futuro de nuestro país. Se advierte, en ciertos personajes de incomprensible relieve, absoluto esconocimiento de cómo funcionan las instituciones, cuales son las competencias de un gobierno o un parlamento autonómico, qué recoge la Constitución y cuáles son las atribuciones del Tribunal Constitucional, el Supremo, la Fiscalía General del Estado o la Abogacía General del Estado

Opinión
Comentarios
Seamos serios, que el asunto es serio

Reuters

Mucha frivolidad se advierte estos días en los que nos jugamos algo tan serio como el futuro de nuestro país. Se advierte, en ciertos personajes de incomprensible relieve, absoluto desconocimiento de cómo funcionan las instituciones, cuáles son las competencias de un gobierno o un parlamento autonómico, qué recoge la Constitución y cuáles son las atribuciones del Tribunal Constitucional, el Supremo, la Fiscalía General del Estado o la Abogacía General del Estado. Que encima un profesor de política como Pablo Iglesias, diga que lo que pretende hacer el independentismo es “una manifestación política legítima” es ya como para mandarle a clase … de párvulos, a ver si aprende de leyes, de política y de referendos.

Lo explica muy bien Miquel Iceta, que hace bueno el dicho de que sabe más el diablo por viejo que por diablo, aunque mejor sustituir lo de viejo –Iceta no lo es- por experimentado. Desde luego, desde su posición inequívoca de izquierdas, le da mil vueltas al insigne profesor Iglesias, al que le está sirviendo de poco su titulación.

Explica Iceta con razón que no hay que poner el foco en las urnas aunque se inunde Cataluña con las que supuestamente Puigdemont tiene escondidas: lo que se produzca el 1 de octubre no puede ser un referéndum porque no cumple ninguno de los requisitos para que lo sea. No hay un censo legalmente aceptado, ni colegios, ni interventores, ni tarjetas de censo con plazo para las modificaciones pertinentes, ni voto por correo, ni voto para residentes en el exterior, ni empresa para el recuento ni nada de nada. Una patraña impropia del gobierno de una región como Cataluña cuyos habitantes merecen un respeto. Más que nadie de su gobierno, que para eso lo han elegido presuponiendo, y se equivocaron, que iba a trabajar con rigor por el bienestar de sus ciudadanos en lugar de meterse en aventurerismos de medio pelo y mentiras inconmensurables. Aparte de sucumbir ante el chantaje permanente de la CUP, una fuerza muy minoritaria en el parlamento ante la que Puigdemont se ha achantado por miedo a perder la Generalitat.

Este miércoles se escribe un nuevo capítulo independentista. Tranquilos. La unidad del gobierno y los partidos serios de la oposición en la defensa a ultranza de la legalidad es la mejor garantía de que los secesionistas no van a ganar la batalla.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D