Si no entiende una mirada...

Si ya lo dice ese proverbio árabe que Hiba Abouk le espetó -en esa maravillosa escena- a Álex González: “si no entiende una mirada, no entenderá una larga explicación”. Gran verdad.

He tenido la suerte de conocer más el ámbito de la psicología y me ha sorprendido bastante. Desconocía el hecho de que la mayor parte de nuestra personalidad viene determinada genéticamente. Ya ven: creemos que elegimos nuestros gustos y personalidad y puede que hasta nuestro equipo de fútbol nos venga ‘de serie’.

Siempre he sido muy fiel a lo que me transmite la gente con sus ojos. Si ya lo dice ese proverbio árabe que Hiba Abouk le espetó -en esa maravillosa escena- a Álex González: “si no entiende una mirada, no entenderá una larga explicación”. Gran verdad.

Y ahora, desde Rusia, los científicos nos cuentan que existirá un sistema que analizará las yemas de los dedos y en poco más de cinco minutos podremos conocer el carácter y las capacidades intelectuales de una persona -de las que dije que vienen determinadas-.

Leo, me paro y pienso. Entonces, se me presenta una dualidad: por una parte, me parece algo maravilloso… Cinco minutos y tendremos la posibilidad de conocer cuál puede ser nuestro destino. Y por otra, me provoca pavor… Porque, como todo, se puede utilizar para el ‘bien’ y para el ‘mal’. No me gustaría que guíen a un niño hacia un camino sin él ser consciente solo por los intereses de otros.
Ojalá nunca perdamos la capacidad de decisión propia porque es uno de los mayores tesoros que poseemos. Además, prefiero quedarme con la capacidad de conocer a alguien por una mirada o por el paso del tiempo… Llámenme romántica.

¡Ah! Y observen bien la foto… No me digan que no transmiten mucho más los ojos del pequeño que sus manos… Aunque sea nula para la ciencia, creo que de personas entiendo un poquito.

“Las palabras están llenas de falsedad o de arte, la mirada es el lenguaje del corazón”. Shakespeare.